¿De qué hablamos cuando hablamos de una dieta sana y buena para el corazón? Para el médico nutriólogo Sandro Gómez el hito en la nutrición se llama fibra.

“No es un alimento, sino un componente de muchos alimentos, que se encuentra en frutas, verduras, leguminosas, en frutos secos y en algunos cereales que conocemos como integrales”, explica.

Otros que no se pueden dejar de lado en el menú, sostiene este experto, son los ácidos grasos Omega 3 que se pueden encontrar en el salmón o el atún. El Omega 3 tienen un efecto sobre el control de los triglicéridos y el colesterol que están asociados a la enfermedad cardiovascular.

Igualmente es importante incluir alimentos que sean fuente de antioxidantes como la vitamina A, C y E, que son cardioprotectores.

Cambiar de hábitos

Se puede disfrutar de toda la pirámide alimenticia, la clave es no exagerar. “Busco que las personas no tengan excesos, la clave es tener una alimentación balanceada”, dice Gómez.

Recomienda evitar las grasas saturadas que son de origen animal, pues han estado asociadas en alguna medida a la enfermedad cardiovascular.

“La recomendación que tiene la Asociación Americana del Corazón y en la dieta que ellos promueven es de reducir, más no eliminar, las grasas de origen animal, porque tenemos que comer de todos los grupos de alimentos, mal hacemos si se quitan del todo”, recomienda.

Tenga en cuenta la preparación. Menos frituras y más comida al vapor. Incluso los aceites de origen vegetal, que son buenos, al ser llevados a altas temperaturas se van a saturar desencadenando problemas de salud.