Tres mujeres con edades entre 72 y 88 años se sometieron a un tratamiento con células madre para frenar la degeneración macular por la edad y... quedaron ciegas.

El tratamiento, como muchos otros de su tipo que se ofrecen no estaba aprobado. Se hizo en una clínica en Florida, Estados Unidos, de acuerdo con un artículo en The New England Journal of Medicine.

A la semana del tratamiento comenzaron a sufrir distintas complicaciones, incluyendo pérdida de la visión, desprendimiento de retina y hemorragias. Las tres quedaron ciegas.

Es un llamado de alerta a pacientes, médicos y entidades regulatorias de los riesgos de esas intervenciones poco reguladas, financiadas por los pacientes, en palabras de Jeffrey Goldberg, PhD, profesor y jefe de Oftalmología en la Escuela de Medicina de la Universidad de Stanford, coautor del artículo.

Las tres padecían la degeneración macular, común y progresiva enfermedad de la retina que conduce a la pérdida de visión. Antes de la intervención la visión de sus ojos era entre 20/30 a 20/200. Ahora se considera casi imposible que recuperen la visión.

Dos de las mujeres se enteraron del ‘ensayo clínico’ en ClinivalTrials.gov, un registro de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, donde figuraba como un “estudio para evaluar la seguridad y efectos de células inyectadas intravitreal en la degeneración macular seca”.

Algunas creían que estaban participando en un ensayo, aunque el formato consentimiento entregado no mencionaba esa palabra.

“Hay mucha esperanzas en las células madre y estos tipos de clínicas apelan a pacientes desesperados que esperan que las células madre sean la respuesta, pero en este caso esas mujeres participaron en una empresa clínica peligrosa”, opinó Thomas Albini, oftalmólogo del hospital de la Universidad de Miami donde dos de las mujeres fueron tratadas de las complicaciones.

Aunque posiblemente el procedimiento para la obtención de las células madre a partir de células del tejido adiposo del abdomen de las mujeres, incluso si se ejecuta correctamente no existen evidencias de que el tratamiento pueda restaurar la visión.

Las mujeres pagaron US $5000 cada una por el tratamiento.