La reproducción humana desde hace 38 años trascendió el acto sexual. En 1978 nace el primer bebé probeta en Inglaterra, satanizado por algunos y celebrado por la ciencia y los padres infértiles.

Desde la fecha, los humanos de laboratorio se han popularizado, no por una ambición científica, sino por la creciente demanda de parejas que no pueden tener hijos naturalmente.

Rubén Álvarez, médico del grupo Emi, explicó las causas de la enfermedad y aseguró que la mayoría de las parejas desconocen el ciclo sexual femenino y, cuando se vuelven conscientes de ello, pueden resultar a la espera de un bebé.

Álvarez desarrolló las dudas básicas sobre el tema:

Una enfermedad popular

“La infertilidad es un problema frecuente porque una de cada seis parejas, en algún momento de su vida reproductiva, puede tener dificultades. En Colombia el 15 % de las parejas la padece y se diagnostica después de un año de que la mujer no quede en embarazo, teniendo una vida sexual plena y sin planificación”.

Es de ambos géneros

“Hay una creencia popular en la que se culpa a la mujer por la infertilidad, pero la enfermedad afecta a mujeres y a hombres por igual. Las estadísticas presumen de un 40 % en hombres, 40 % en mujeres, 10 % de ambos y otro 10 % sin razón aparente”.

Riesgos

“Enfermedades de transmisión sexual pueden modificar la anatomía del aparato reproductor. Factores externos como los ambientales, que el testículo necesita tener 4° centígrados y zonas de calor que afectan la temperatura corporal, inciden en la producción de espermatozoides. Fumar y tomar licor puede bajar la calidad de estos.

En las mujeres, la edad es fundamental en la producción de los ovocitos (material genético que pone la mujer). De los 18 a los 25 años es cuando los ovocitos son de mejor calidad. A los 35 años solo el 15 % del material es apto y después de los 40 solo el 8 % de los ovocitos sirve para engendrar”.

¿Y si ambos son sanos?

“Lo más común es que las mujeres no conozcan su ciclo sexual. Para un embarazo efectivo se debe saber en qué momento se ovula porque durante el mes solo hay uno o dos días para quedar en embarazo”.

Si las parejas sí conocen su ciclo sexual y han estado intentando sin éxito tener un hijo, el ginecobstetra y especialista en reproducción humana Juan Luis Giraldo ofrece un recorrido por las prácticas de fertilización en la ciudad, de las que resalta que están a la vanguardia de países del primer mundo.

El especialista divide los tratamientos en dos esferas de complejidad, diferenciando la primera como un proceso de corrección y la segunda de inicio de tratamientos.

Causas básicas

“Para trompas obstruidas pueden abrirse, y para tumores en el útero pueden extraerse.

Si el hombre tiene problemas de semen, en la producción de espermatozoides, varicocele o trastornos hormonales, se puede corregir.

En este punto muchas parejas logran el embarazo”.

Tratamientos de baja complejidad

“Es para el síndrome de ovarios poliquísticos, para mujeres que no pueden madurar ni liberar sus óvulos, se estimula la ovulación con medicamentos y se les indica a los pacientes cuál es el momento más fértil de su ciclo de pareja. Es común que muchas mujeres no lo sepan”.

Inseminación artificial

“Para parejas que tienen trastornos de semen, infertilidad inexplicada, y parejas que padecen endometriosis leve, se hace inseminación que consiste en estimular la ovulación. Cuando los óvulos estén maduros se aplica una medicina para que el ovario los libere y 36 horas después se obtiene una muestra de semen del hombre. Se hace una selección y se realiza la inseminación dentro de la cavidad del útero, más cerca de las trompas de Falopio”.

Alta complejidad: fertilización in vitro

“Tratamiento recomendado para mujeres fuera de la edad reproductiva, pacientes con endometriosis severa, cuando las trompas de falopio están tapadas, se han extraído, o hay problemas de anatomía del sistema reproductivo.

Consiste en estimular para producir óvulos, extraerlos por vía extravaginal, llevarlos al laboratorio y juntarlos con los espermatozoides del hombre. Ambos crean los embriones, y estos se transfieren al útero de la mujer”.

El médico explica que la base principal de este proceso es el Laboratorio de Fertilización in Vitro, lugar que simula las trompas de Falopio cumpliendo las mismas condiciones de temperatura, líquido y condiciones de homeóstasis.

“Así facilitamos la unión para el nacimiento de los embriones y los depositamos en la cavidad uterina”.

De la fertilización in vitro se despliegan otros tratamientos de alta complejidad médica, que se ofrecen cuando hay trastornos severos en los espermatozoides.

“Hacemos exactamente lo mismo que con la in vitro, pero en vez de simplemente juntar óvulos y espermatozoides y dejar que se formen los embriones, a los óvulos les inyectamos los espermatozoides, modalidad que sirve incluso para hombres que no tengan espermatozoides en el semen”.

Estos métodos de fertilización con inyección se realizan en varias escalas. El médico cuenta que con estos tratamientos se puede observar genéticamente información sobre el sexo o sobre enfermedades como Síndrome de Down.

Donaciones de semen, de óvulos y de embriones y congelaciones para tratamientos futuros son algunos de los procesos que se pueden realizar en la ciudad. Es decir que cada vez son más las posibilidades para las parejas que quieren tener un bebé, y tienen problemas de infertilidad.

Infertilidad: Es una enfermedad de pareja que puede superarse por medio de múltiples tratamientos que hoy están disponibles en la ciudad. 

¿Cómo saber si se es infértil?

1. Si no hay embarazo luego de un año de relaciones sexuales sin anticoncepción, debe consultar.

2. Asesorarse de un especialista será el primer filtro para saber si realmente sufre de infertilidad.

3. Del 100 % de parejas que consultan, solo 20 % necesita algún tratamiento. Consulte.