Esta enfermedad poco conocida en el país, está dejando huellas imborrables en cada artista musical que la padece. Hoy en día, los músicos están siendo considerados como deportistas de alto rendimiento, debido a sus extensas jornadas de prácticas, la intensidad de sus agendas laborales y el estrés al que están sometidos. 

Tal es el caso de Álvaro Rodríguez, productor musical y saxofonista, que en su mejor momento tuvo el privilegio de tocar con el expresidente Clinton y que Armando Manzanero produjera uno de sus discos. Luego de esa etapa de éxito y de su paso por el programa ‘Yo José Gabriel’, desde hace tres años y medio comenzó a padecer de esta rara enfermedad llamada distonía, en su caso particular, distonía de embocadura. 

Al igual que Rodríguez, Próspero García, saxofonista cartagenero, comenzó a padecer de distonía focal, esto significa que sus manos dejaron de responder a las notas y digitación, desde hace varios años que padece la enfermedad. Así mismo Amparo Mosquera, trombonista de la Filarmónica de Bogotá que desde hace 8 años padece de distonía de embocadura y a su vez disfonía de laringe, hasta la fecha aún no ha encontrado cura. 

Como estos, son los casos de muchos artistas musicales en Colombia, que padecen distonía focal o de embocadura, aunque ninguno de ellos conoce el término o los síntomas que se presentan con su aparición, lo que si saben es que algo no está bien con su interpretación musical.
 
¿Qué es la distonía?

La distonía es un trastorno del sistema nervioso central de tipo neuro-quimiomuscular que se transmite ya sea por vía genética o por un trauma de origen externo (golpe accidental, generalmente traumatismo craneoencefálico, o se desarrolla por movimientos repetitivos). La distonía se presenta como un síndrome neurológico incapacitante que afecta al sistema muscular afectando la tonicidad de un determinado grupo muscular en forma parcial o generalizada.

Esta enfermedad fue identificada en 1888 por el médico inglés William Richard Gowers, quien la describió como ‘un grupo de enfermedades cuyos síntomas están provocados por la ejecución de movimientos o acciones musculares repetidas, habitualmente implicadas con la ocupación, profesión u oficio del sujeto’. Según la Dystonia Medical Research Foundation, la enfermedad, que puede cubrir aspectos sicológicos, musculares y neurológicos.

Hasta hace pocos años se consideraba que la distonía no tenía cura, luego de investigaciones y de registrar más casos, hoy hay procesos de rehabilitación y existen músicos ya rehabilitados en el mundo. 

Principalmente esta enfermedad Huérfana en Colombia se manifiesta en cada individuo generando dificultad al tocar una nota, otros perciben que no pueden embocar su instrumento, o sencillamente el estrés se apodera de la psiquis del artista llenándole de miedo, miedo a fallar, y le impide hacer una interpretación limpia. 

Distonía focal 

Durante muchos años, el pensamiento sobre la distonía focal obedecía a un trastorno psiquiátrico, tipo fobia o histeria hacia el instrumento. En la actualidad se sabe que es un trastorno degenerativo que afecta principalmente la manera en que se aprende y la organización del sistema motor y sensitivo. 

Por lo general se presenta en los artistas como pianistas, violinistas, o en los músicos que generan movimientos repetitivos muy específicos. 

Distonía embocadura 

Se presenta en los saxofonistas, trompetistas, especialmente en los músicos que tocan instrumentos de viento, se evidencia la enfermedad cuando al soplar, el viento se escapa por las comisuras. En ocasiones y depende del artista, se debe a que el nervio mentoniano falla, esto puede suceder por una lesión anterior o por exceso de práctica; haciendo que el labio superior o inferior, pierda sensibilidad apareciendo temblor o tensión en los músculos faciales, al punto de perder espontáneamente y con cierta frecuencia ciertos registros. 
 
Cómo se diagnostica 

No hay una prueba científica que permita identificar que el músico padece de distonía focal o de embocadura, se llega a esta conclusión dados los síntomas, la manera en que toca el instrumento y la manera como se refiere el artista sobre lo que le sucede al interpretarlo. Luego de esto se descartan otras causas que puedan alterar el movimiento y se realizan estudios para verificar que no sean fallas de tipo neurológico. 

Enfermedad profesional 

Esta enfermedad  no solo acaba con la capacidad de tocar un instrumento sino con la dignidad del músico, causando un desequilibrio emocional impredecible, afecta directamente su estabilidad social y de subsistencia, sus aspiraciones profesionales y personales, desplazando al músico de la sociedad, acabando con sus hogares y llegando al suicidio, ya que no encuentra una solución médica a su problema agravando su enfermedad psíquica sin precedentes, esta enfermedad se convierte en un problema social importante en una creciente población Talentosa de músicos colombianos.

La fonoaudióloga Martha Saavedra, quien lleva mucho tiempo tratando pacientes con esta rara enfermedad, afirma que a su consultorio llegan entre 4 y 6 pacientes mensuales, intuye que son muchos más  los que tienen los síntomas, pero que no consultan debido a la desinformación. 

Es una enfermedad profesional, sí, lo es, y como tal debe tratarse, desafortunadamente en Colombia aún no está incluida en el POS como una enfermedad profesional.

Los instrumentos no fueron creados para la forma humana, fueron creados para la necesidad y el momento, asegura Jaume Rosset del Instituto de Fisiología y Medicina de L´Art Terrassa. 

El diseño de cada instrumento no está desarrollado para la forma humana, esto causa malas posturas.

Prácticas intensivas por más de dos horas seguidas.

No hacer pausas de 5 a 10 minutos por cada hora de práctica.

Fijarse en las fallas, esto genera estrés y ansiedad.

*La Opinión