Al caer la tarde, la niña Fernanda sabe que su papá está por llegar del trabajo. Le coloca en la entrada de la casa un rociador con alcohol para que se desinfecte antes de pasar al baño donde lo espera la ducha. “Papi, te lavas bien la cara, las manos y los brazos”, le dice la pequeña de tan solo 7 años, y quien a tan corta edad, ya conoce los hábitos de prevención e higiene para evitar la propagación del coronavirus. 

Y es que uno de los aspectos positivos de esta pandemia ha sido el refuerzo de las prácticas de higiene, tanto así, que esto ha permitido una reducción significativa de otras infecciones respiratorias agudas en los servicios de consulta externa y hospitalizaciones del país. De 2 millones 425 mil 586 urgencias, estas se redujeron a 1.863.074, tal como lo señala el boletín epidemiológico del Instituto Nacional de Salud.

Expertos médicos señalan que un factor alentador de este confinamiento obligatorio  es el reconocimiento de la existencia de agentes patógenos como bacterias, hongos y virus, lo que trae a su vez una serie de rutinas básicas y empleo de objetos para evitar otros padecimientos como el resfriado común o la neumonía. 

La doctora Eugenia Silva, especialista en neumología, indica que el uso de algunos implementos para prevenir el coronavirus, como el tapabocas, podría ayudar eficazmente a evitar otros malestares.

“Al usar la mascarilla no solo estamos alejándonos del virus SARS-CoV-2 sino que también no nos exponemos a una bronquitis, la cual se produce por la inhalación de gases tóxicos. Ya no será una mera tendencia su utilidad, sino que las personas tomarán conciencia de su importancia y así no expondrán las vías respiratorias al aire contaminado”, explicó Silva.

Destacó que las nuevas generaciones están aprendiendo la importancia del aseo constante porque les asegurará tener una vida saludable. “La pandemia reforzó nuestros hábitos de higiene y esa es una muy buena ganancia”, subrayó la doctora.  

Rafael Alberto Olarte, médico epidemiólogo y coordinador de COVID-19 del Hospital Universitario Erasmo Meoz, opina que en este periodo de cuarentena es esencial la educación e implementación de medidas tan simples como la higiene constante de las manos. 

“Muchos expertos hablan del mundo pospandemia y lo que hemos estado viendo es un cambio en la sociedad.  El reconocimiento del autocuidado es fundamental para la reapertura ordenada y planificada de la humanidad”,  sostuvo el especialista.

A su juicio, de esta pandemia se aprenderán a proyectarse medidas para el futuro teniendo en cuenta la población mundial actual y el riesgo de aparición de nuevos virus periódicamente.  Resaltó que la cooperación entre todos será primordial para protegernos de futuras enfermedades. 

“Si logramos lo básico poco a poco vamos avanzando e ideando nuevas estrategias, siempre de la mano de la tasa de transmisibilidad. También hay que recordar que esto no solo se combate en aislamiento sino en cooperación, es un trabajo de toda la sociedad. No debe haber protagonistas sino que todos deben unirse para atacar este problema, en espera de una vacuna”, añadió Olarte.

Productos y reinvenciones

Alirio Mendoza, comerciante del centro de Cúcuta, contó que reinventó sus ventas durante la pandemia, permitiéndole promover sus artículos desinfectantes, siendo el hipoclorito de sodio el más demandado a domicilio por los clientes.

Explicó que es un químico altamente letal para los microorganismos y lo utilizan mucho en las casas para limpiar los pisos y desinfectar las ventanas.

Hasta el momento, según la Unicef, el jabón sigue siendo la mejor manera de luchar contra los virus, ya que su “fantástica” composición los aparta de la piel y de los espacios.

“He visto que hay más conciencia de mantener los hogares limpios y las personas se están adaptando a esta nueva vida, porque han aprendido que la salud es muy frágil y hay que preservarla por el bien de todos”.  

Vanesa González, empleada de una droguería en el barrio La Cabrera, resaltó que los compradores están más interesados en la adquisición de productos de desinfección personal. “Además del tapabocas, se llevan mucho el alcohol, guantes y gel antibacterial. La gente se ha interesado mucho en seguir un patrón de cuidado personal que quizás le servirá no solo durante esta cuarentena sino toda su vida”, comentó.

Los especialistas concuerdan en que la pandemia reforzó nuestros hábitos de aseo, con altos estándares de limpieza y promovió la toma de decisiones saludables respecto a la interacción con los demás. 

Jose Manuel Luengo