Por estas fechas, las instituciones universitarias del país retoman clases desde enero hasta junio, lo que para algunas las familias significa una preocupación por el hecho de tener que presupuestar y elegir no solo dónde se estudiar sino también dónde vivir.

La Universidad de Michigan reveló recientemente en un estudio aplicado a estudiantes de su institución, que el ambiente familiar que vive un estudiante que arranca su vida universitaria requiere de varias condiciones para el éxito del futuro profesional.

“El inicio de la vida universitaria es una etapa importante para muchas personas. Es la primera vez en la que te sientes independiente y dejas la comodidad de tu hogar para tener una  vida responsable”, aseguró Adriana Duque, gerente comercial de City U.  

Se estima que el 38% de las personas que estudian en Bogotá provienen de otras ciudades, dada su gran oferta educativa. Igualmente, la ciudad con la mayor población estudiantil de educación superior es la capital del país con un 66.1 %, mientras que en otras ciudades (no principales) tienen un 8.6%.

Además,  los estudiantes que viajan a vivir a Bogotá por estudio son cada vez más jóvenes y entre los 16 y 18 años de edad, los colombianos deben tomar la elección de iniciar su vida profesional sea en su ciudad de origen o fuera de ella.

Según Duque, la deserción en las universidades en los primeros meses no es solo por la carrera sino por la difícil situación que enfrentan los jóvenes cuando están fuera de sus hogares. “Cuando las personas salen de su ciudad y se encuentran solas, es una situación emocional muy difícil de enfrentar”, afirmó.

Culturalmente, quien vive y estudia fuera de su ciudad de origen sufre un impacto por la ruptura sentimental de su hábitat, razón por la que puede afectar su desempeño académico.

En el 2010, la Universidad del Norte de Iowa (EE.UU.) publicó estadísticas en su página del Departamento de Residencia afirmando que los estudiantes que vivían en un campus universitario lograban mejores calificaciones desde su primer año de universidad en comparación de quienes no tienen la oportunidad.

El mismo estudio demostró que dichos estudiantes que viven una vida sumergida en los asuntos académicos, tienen 25% más probabilidad de graduarse.

Una de las preocupaciones más frecuentes de los padres es el rendimiento académico que pueda tener su hijo lejos de su núcleo familiar, pues algunos tienen miedo de que no puedan cargar con las responsabilidades.

Por esta razón, es crucial que la estadía esté muy bien organizada para evitar futuros dolores de cabeza que pueden afectar el periodo académico que el joven estudiante desea cursar en la nueva ciudad.

Para Duque, lo primero que hay que buscar en una vivienda universitaria es la seguridad, tener la certeza de que no se corre ningún peligro en el alojamiento y garantizar la tranquilidad tanto de los padres como del estudiante.

De igual manera, un aspecto importante a considerar es la ubicación del lugar respecto a la institución. Para la experta, lo ideal es tener tiempos de recorrido cortos para reducir en gran medida la presión de la vida universitaria.

“Por último, lo ideal muchas veces también es que puedan encontrar todo en un solo sitio, parques, gimnasio, lugares para comer. También hay que procurar que la tarifa que paguen por ese alojamiento incluya la mayor cantidad de servicios posibles”, señaló la gerente comercial de City U.  

¿Cómo garantizar una buena estadía en otra ciudad?

Tomar la decisión de salir de su hogar y dejar su familia para empezar una nueva etapa no es una decisión fácil para los jóvenes. Para la psicóloga y coordinadora de ‘Tu Linea Amiga’ de la Universidad de La Sabana, Tabata Juliana Cuervo, es importante considerar si se está preparado para tan radical cambio.

“El estudiante debe revisar sus estrategias de afrontamiento (habilidades sociales, resolución de problemas, regulación emocional, etc.) Mirar si le gusta el clima, la ciudad grande, la comida y especialmente si puede estar solo”, aseguró Cuervo.

Según los expertos, es importante que los familiares y estudiantes permanezcan en contacto, a pesar de la lejanía, durante todo el periodo educativo. Tener familiares o amigos cercanos es importante porque el proceso de adaptación se da más rápido si tienen una red de apoyo.

“Mi tip para combatir esa soledad es que tu cuarto trate de tener muchas cosas de tu casa, olor, fotos, color, que sea un lugar seguro, ya que el cerebro siempre resiste los cambios y la vida se trata de eso, de cambios”, concluyó la psicóloga.