Enero es uno de los meses preferidos para vacacionar en familia. Los niños no están estudiando y la carga laboral es un poco más flexible los primeros días del año.

Cambiar de clima y ambiente por un par de semanas prometen dejarlo como nuevo, lejos de las preocupaciones laborales, las deudas, el trajín de la ciudad, entre otros inconvenientes que lo pueden desvelar el resto del año.

Sin embargo, esta época de descanso se puede convertir en una carga que lejos de relajarlo y hacerlo disfrutar de los paisajes, la naturaleza y la compañía familiar, pueden terminar por estresarlo aún más si no se toman las debidas precauciones.

Los niños requieren el doble de atención en este tipo de actividades, pues llegan a un lugar desconocido que intentarán explorar durante su estancia. Esto no implica que los padres no puedan disfrutar de un rato de distensión, pero si deben estar preparados para cualquier eventualidad.

La playa, una piscina o una ida al río le pueden ‘aguar’ el paseo si no se prepara para evitar algún incidente que termine devolviéndolo antes de tiempo a casa.

A continuación algunas recomendaciones para que se relaje  y disfrute de unas merecidas vacaciones familiares:

Alistando maletas

No preparar con antelación las maletas puede convertirse en un verdadero dolor de cabeza. Asegúrese de llevar los documentos de identificación de sus hijos, carné de seguro, entre otros. Si va a salir del país y solo viaja uno de los padres, el otro o el tutor legal debe firmar autorización de la salida, la cual debe estar notariada.

Igualmente, trate de llevar lo indispensable para que no se  enrede con tanto equipaje durante el viaje.

Asegúrese de llevar un completo kit de viaje, que incluye además del botiquín de emergencias con antisépticos, tijeras, gasas, algodón, termómetro, toallitas y pañuelos, bolsas para el mareo y mucha agua para hidratarse durante el camino y linternas.

Para que el viaje se le haga más corto

Si va a viajar por tierra y va a pasar por lo menos seis horas en un carro, opte por llevar juegos pequeños para que los niños se distraigan y no se desesperen en el camino. Esta misma recomendación aplica para los viajes cortos en avión. Viajar por la noche, también es recomendable para que los pasajeros puedan dormir y no sentir los trayectos.

Hacer paradas con frecuencia para apreciar el paisaje y para estirar las piernas e ir al baño es esencial. Para evitar mareos dele comidas ligeras antes y durante el viaje.

Protéjase del sol

La playa o los destinos de clima caliente son una de las opciones más comunes para vacacionar. Sin embargo, estar expuestos durante varias horas al sol puede ser contraproducente. Utilizar, gorra, sombrero, lentes y protector solar es básico en estas zonas.

Los niños menores de seis meses no deben usar bloqueador; posteriormente el que recomiende el pediatra. En general, estos deben tener factor 50, como mínimo y deben ser usados cada una o 2 horas en todas las zonas expuestas al sol; 15 minutos antes de salir a jugar y repetir su aplicación luego de largos periodos en el agua.

No descuide a los niños en el agua

El mar, la piscina o el río pueden ser una excelente opción para refrescarse en las vacaciones, y los niños adoran este plan, por lo que los padres deben supervisarlos constantemente para evitar algún accidente. Los flotadores son de gran ayuda, pero no se debe confiar y dejar a su hijo solo. Un resbalón, una caída, podrían terminar mal.

Evite meter a los niños menores de seis meses en piscinas y en el mar. Opte por una pequeña piscina inflable ubicada en la sombra para refrescarlos y protegerlos del sol.

Viajar también sirve para educar

Permita que su familia explore e indague las costumbres y cultura del sitio que visitan. Programe recorridos guiados, muéstreles a los niños en un mapa su ubicación para reforzar sus conocimientos de geografía y practiquen matemáticas, contando cuantos kilómetros de viaje restan para llegar al sitio de destino. Si visita otro país puede enseñarles el cambio de la moneda y practicar otros idiomas.

Tarjetas o claves de identificación

Aunque a algunas personas le puede parecer extremo el uso de manillas o escarapelas de identificación para poder ubicar a sus hijos en caso de que se extravíen, hay tiendas dedicadas a elaborar estos productos. Enseñarles a los niños los números de celular de sus padres, dirección y nombres completos para que  pueden ser ubicados ante una eventualidad de este tipo es otra opción.