El uso de las extensiones de pestañas ha ganado tanto terreno a nivel mundial que es muy fácil adquirirlas en tiendas, farmacias y hasta en maquinas expendedoras si estas en Japón.

Como en todos los tratamientos de belleza, cuando las extensiones se hacen bien pueden ayudar a mejorar la mirada, por el contrario cuando se colocan bajo tratamientos no regulados el resultado puede ser desde una infección, enfermedades, daños en la córnea hasta pérdida total de la vista.

El Ministerio de Salud nipón manifestó su preocupación por el aumento de infecciones causadas por esta moda. Allí esta tendencia es muy grande. Shiori Sugie, joven adicta a las extensiones de pestañas postizas, contó que compró unas en oferta en un salón de belleza y cuando se las puso sintió ardor en los ojos e hinchazón durante una semana.

El oftalmólogo Masayoshi Kajita, de la clínica Kajita en Tokio, explicó que estas pestañas pueden causar agujeros en la córnea, debido a que el pegamento que se utiliza para colocarlas, contiene una sustancia llamada formaldehído, que causa reacciones alérgicas.

“El mayor peligro de utilizar estas extensiones es su uso frecuente, debido a que el peso de estas puede causar tensión en el folículo del cabello, hacer que se caiga y que no vuelva a crecer”, aseguró el especialista Robert Dorin.

"Lo que te lleva a usarlas es hacer que tus pestañas se vean más abundantes y en realidad pueden causar el efecto contrario y hacerlas más delgadas", agregó.
 
Debido a la cantidad de riesgos que tiene este tratamiento, en Japón se implementó la medida del uso de una licencia especial para colocar pestañas postizas, de lo contrario está prohibido.

Pero a pesar de esto, muchas mujeres no se molestan en pedir que les muestren la licencia con tal de que el tratamiento les salga lo más barato posible.

Cartagena | El Universal