El 14 de enero, el presidente venezolano Nicolás Maduro anunció un incremento de 300 % en el salario mínimo, el cual pasó de 4.500 a 18.000 bolívares soberanos. Sin embargo, la medida mantiene el pago de los trabajadores en solo 6 dólares (18.720 pesos) según la tasa de cambio del mercado negro, convirtiéndolo en el más bajo del continente.

Albany Granado,economista de la firma Econométrica, señaló que este aumento salarial ocasionará una creación de dinero que impulsará la inflación, y el impacto en las empresas hará que trasladen los costos de nómina a los precios de los productos.

En diciembre, la canasta básica familiar en Venezuela se ubicó en 464.951 bolívares soberanos según el Centro de Documentación Análisis Social de la Federación Venezolana de Maestro (Cendas).

El centro de investigación estima que en enero la canasta sobrepasará los 600.000 soberanos y para costearla se necesitarán 33 salarios mínimos.

Se estima que seis de cada 10 trabajadores venezolanos ganan un salario mínimo y según Ecoanalítica en el acumulado del año pasado la inflación en los alimentos cerró en 15.091.832 %.

El promedio mensual de inflación  de los precios de los alimentos fue de 175 %, solo superado por los costos de restaurantes y hoteles (188 %), servicios que se convirtieron en un lujo para los trabajadores venezolanos.

Granado resaltó que a pesar de que en Venezuela algunas personas no sólo reciben su salario si no también subsidios a través del carné de la patria y la caja de alimentos conocida como Clap, estos también tuvieron un incremento que “apretará aún más la inflación”.

La economista precisó que Venezuela no está muy lejos de una nueva reconversión monetaria.

“Este año la inflación llegará a un nuevo nivel, lo que volverá necesario un cambio de moneda, el cual llegaría a más tardar en mitad de año”, indicó.

La inflación anual en 2018 cerró en 1.370.000 %, según el Fondo Monetario Internacional (FMI), entidad que estima que para 2019 una tasa de 10.000.000 %.