Jesús Alberto Jiménez Peraza es un abogado con 48 años de trayectoria en Venezuela. Egresó de la Universidad Central de Venezuela (UCV) en 1969.  Fue juez superior agrario de la Región Lara, Yaracuy, Portuguesa y Falcón. Juez Rector Civil del estado Lara y  catedrático de la Facultad de Derecho de la Universidad Fermín Toro (UFT) en Barquisimeto.

Está convencido de que las constituyentes no son malas ni buenas, todo depende del objetivo concreto para el que son convocadas. Recuerda que en América Latina, hay antecedentes positivos como los de  Chile y Colombia que, para él, han sido considerablemente positivos porque han mejorado de manera integral a esas naciones.  Destaca que esta convocatoria, a diferencia de la del 1999, no cuenta con la legitimación de las bases sociales.

Jiménez Peraza sostiene que técnicamente una Asamblea Nacional Constituyente es todo parlamento, congreso o asamblea que apruebe por primera vez una Constitución Nacional o la reforme de manera estructural. Recuerda que a lo largo de la historia en Venezuela han regido 26 Constituciones más un Estatuto, en 1914, además de las Actas del 19 de abril de 1810 y del 5 de julio de 1811 a las que algunos le atribuyen ese carácter.

“Al menos, 14 de ellas han recibido la calificación de Asamblea Nacional Constituyente, pero su fin generalmente era extender períodos constitucionales o aumentar el poder del Ejecutivo”.

“En lo personal creo firmemente que como tal solo pudieran calificarse como constituyente la Federal de 1811 que aprobó nuestra primera Carta Magna, la de 1947  por sus profundas reformas sociales y reconocimiento de derechos políticos y la de 1999, (promovida por Hugo Chávez) por la convocatoria al poder originario popular, aunque incidentalmente debo recordar que violentó la Constitución de 1961 (Pacto de Punto Fijo) que no la permitía y por ende debió procederse inicialmente a la Reforma de ese texto”, es el concepto de Jiménez Peraza.

Explica que para una Asamblea Constituyente pueden postularse normalmente quienes tengan derechos políticos efectivos, pero cumpliendo con el sistema legal y tradicional en Venezuela del voto directo, universal y secreto y no el sectorial impuesto por el presidente Nicolás Maduro, en esta ocasión, y permitido por el Consejo Nacional Electoral y la Sala Constitucional, porque según él no tiene ningún control en cuanto al padrón que integra cada uno de esos sectores.
 
“Su objeto conforme la Constitución actual es transformar al Estado, crear un nuevo ordenamiento jurídico y redactar una nueva Constitución. De manera que no es correcta la acotación del presidente Nicolás Maduro en el sentido que continuaría el mismo texto con pequeñas reformas, porque expresamente debe sancionarse una Constitución nueva, creo simplemente que él está vendiendo la idea al pueblo chavista de que continuará la misma que divulgara profusamente el presidente Hugo Chávez, para ganar aceptación”.

Deja claro que las constituyentes no son buenas ni malas, todo depende del objetivo para el que es pautada. Todo dependerá de si efectivamente puede resolver el escenario de conflicto en el momento histórico cuando fue promulgada.

Recuerda que la Constitución de 1961 no fue producto de una Asamblea Constituyente como tal, sino que técnicamente fue una reforma a la de 1953, que rigió durante la dictadura de Pérez Jiménez. Sin embargo, por haber resultado de un gran consenso político tuvo una extensa y útil vigencia en la vida nacional. “La llamada Constituyente impulsada por el presidente Maduro, ahora en 2017, carece de legitimidad porque su convocatoria corresponde, por imposición expresa del artículo 348 a los ciudadanos, quienes previamente debieron ser llamado a referendo para por la vía del voto aprobar esa convocatoria o rechazarla”.

Peraza Jiménez aclara que la constituyente no puede variar el sistema republicano ni disminuir los derechos humanos consagrados en la Constitución Nacional,  porque estos son progresivos. “Es decir, la constituyente deberá mejorar y ampliar los derechos de los venezolanos”.

Resalta que en la historia contemporánea Colombia y Chile han vivido procesos interesantes que contribuyeron con la paz social y el progreso.

Está convencido de que este es un proceso interno que deben resolver los venezolanos y que por eso la comunidad internacional no tendrá mayor repercusión.
 
Cree que es difícil que sea aprobada porque la mayoría significativa la rechaza (70% de la población según Datanalisis). Tampoco cree que sea vital para resolver los problemas del país. “De todos modos habrá que estar atentos a la actuación de la asamblea durante sus deliberaciones”.

Otros datos

A la Asamblea Nacional Constituyente hay postulaciones por iniciativa propia, por iniciativa de sectores y por iniciativa de grupos electorales.

En ella participan quienes sean venezolanos de nacimiento y mayores de 18 años. Quienes estén inscrito en el Registro Electoral Permanente (REP) y aquellos que vayan postulados por sector, deben presentar el acta de su sector. Además, deberá tener un período mínimo de 5 años, viviendo en el sector. Participan todos los estados venezolanos.    

Dos visiones sobre la tierra de Simón Bolívar

Nelson Vargas es un padre de cuatro hijos de 12, 8,6, y 3 años, que vive en la ciudad occidental de Barquisimeto, a 358 kilómetros al oeste de Caracas.

Cada día trabaja para ganarse al mes 97.000 bolívares, con un bono de alimentación de 150.000 bolívares.  Con eso a duras penas podrá comprar tres harinas, a 10.000 cada una, dos kilos de pasta, a 10.000 cada una, dos de arroz  que le salen en otros 10.000   y si decide darse el gusto de comprar un kilo de carne deberá desembolsar unos 20.000 más. Estas provisiones le alcanzarían para menos de una semana, si las encuentra luego de hacer unas cinco horas de fila bajo el inclemente sol de la capital larense y arriesgándose a que lo hieran o maten en medio de las protestas, porque Barquisimeto es una de las ciudades con más muertos en manifestaciones, al sumar 20, hasta el momento. “Yo no creo que esto se vaya a arreglar con una Constituyente, ya en 1999 tuvimos una y eso no evitó que llegáramos a esta situación que vivimos ahora”.

Nelson no cree que Nicolás Maduro vaya a resolver los problemas del país, piensa que en cuatro años de gobierno hubiese podido cambiar algo, pero lamenta que la idea del mandatario es empujarlo, más a la “revolución socialista”, que según su visión ha llevado al país a mas escasez que según Datanálisis en 2016 superó el 82%, aunque la excanciller Delcy Rodríguez declarara en la ONU que el país caribeño tiene para autoabastecerse y exportar a otros 10 naciones. “La única manera de comenzar a arreglar esto es que se comience a producir y dejemos de importar los alimentos básicos”.

En su pequeña casa sin terminar, compuesta de una habitación, un baño y otro pequeño espacio que sirve de cocina, sala y comedor, se acomoda cada noches con sus cuatro hijos y Leonor, su mujer. Ha perdido unos 10 kilogramos de peso corporal porque ha optado por no desayunar y cenar para que sus hijos puedan comer las raciones de alimento que cada vez son más escuálidas. “A mi lo que me llena de satisfacción, es poder dejar de comer y saber que esos alimentos lo podrán saborear mis hijos”, relata Nelson.  

“Quisiera agarrar a mis hijos y mi mujer e irme a Perú o Ecuador, pero no tengo el dinero; además, son cuatro niños que no están en edad de trabajar y mi mujer se dedica a los quehaceres de la casa y al cuidado de ellos. No es tan fácil. Es duro para un hombre de 42 años como yo conseguir trabajo en otro país”. Nelson lleva 12 años trabajando en una fábrica de botas de seguridad en una de las zonas industriales de Barquisimeto, y cuando preguntó cuánto le podían liquidar si dejaba el trabajo, le contestaron que 270.000 bolívares, es decir unos 22 dólares o lo que es igual a $60.000, aproximadamente. “Eso me alcanza para pagar los pasajes de todos hasta la frontera con Colombia y ahí tendría que quedarme”.

Como él, son muchos los venezolanos que no pueden salir. Una situación similar vive Evelia Delgado, aunque con una visión muy distinta. Ella es maestra de un colegio  en Maracay, estado Aragua, a unos 125 kilómetros al oeste de Caracas.

De 37 años, y madre de una joven de 17 años que cursa el último año de bachillerato, gana un salario de 125.000 bolívares, más un bono de 150.000, para un total de 275.000, unos  $60.000. Ella está convencida de que Maduro tiene la capacidad y la voluntad política para resolver los problemas de su país, pero la oposición no le deja gobernar, siempre llamando a la calle a cerrar las vías, a paralizar la economía o “infiltrar a matones  en las concentraciones para luego culpar a los fuerzas militares del Estado”.

Advierte que “así ningún presidente puede gobernar. Maduro es un gran presidente; con una gran visión social del país, pero le ha tocado tolerar a una oposición a la que no le importa el bienestar nacional, que es capaz de cualquier cosa con tal de montarse en el poder para como en los 40 años del puntifijismo (acuerdo nacional que permitió la vida republicana entre 1.961 y 1.999 volver a saquear al país. Con Chávez y Maduro, hoy somos un país de bienestar, felicidad y de mayor igualdad”.

Cree que la Asamblea Nacional Constituyente es la salvación del país porque brindará a Maduro los instrumentos jurídicos para devolverle la paz al país.

“El presidente lo que quiere es una base legal para poner orden en el país, para poner en cintura a todos esos apátridas que convulsionan a Venezuela con sus actitudes pendencieras, por eso la Constituyente es la gran oportunidad para salvar al país de la anarquía y del caos”, comenta la profesora.

Nelson y Evelia tienen una visión muy distinta de país, pero ambos comparten un mismo anhelo: que Venezuela vuelva  a ser el país próspero, unido, seguro y tranquilo que antes.

Y aunque hay muchos factores que dividen a los venezolanos de uno y otro bando, también existen muchas necesidades por satisfacer que los une y seguramente serán  puentes de coincidencia que permitirán recuperar la concordia entre quienes habitan en esa tierra de gracia que se llama Venezuela.      

El anuncio que incendió a Venezuela

Hoy se celebra la elección para aprobar la Asamblea Nacional Constituyente en Venezuela, y desde que el presidente Nicolás Maduro anunció la aplicación del instrumento no ha parado el cruce de declaraciones en favor y para descalificarla.

Desde entonces han transcurrido cuatro meses altamente convulsionados, con protesta cada día y violentos enfrentamientos entre los simpatizantes de la opsición, las fuerzas del orden del gobierno y los grupos colectivos (civiles que fueron armados por el fallecido presidente Hugo Chávez, como grupos de choque para defender “la revolución”).

“Anuncio que en uso de mis atribuciones presidenciales como jefe de Estado constitucional, de acuerdo con el artículo 347 convoco al poder constituyente originario para que la clase obrera y el pueblo en un proceso nacional constituyente convoque a una Asamblea Nacional Constituyente”, dijo el primero de mayo, en un acto de masas con obreros en Caracas el presidente Maduro y desde entonces no ha cesado la polémica y polarización por el asunto.

“Va a ser una Constituyente electa con voto directo del pueblo para elegir a unos 500 constituyentistas: 200 o 250 por la base de la clase obrera, las comunas, misiones, los movimientos sociales. Los movimientos de personas con discapacidad van a tener a sus constituyentes propios electos, los pensionados. Esta Constituyente generará la paz y la felicidad de pueblo”, detalló el presidente.

La fiscal Luisa Ortega Díaz, titular del Ministerio Público, que se ha convertido dentro de las filas del chavismo en la más férrea adversaria a la Constituyente, ha advertido que los cambios a la Carta Magna no resolverán la grave crisis por la que atraviesa el país. “No es necesaria, pertinente, ni conveniente”,  expresó en una comunicación enviada a Elías Jaua, presidente de la Comisión Presidencial para la Constituyente.

Ortega Díaz considera que “lejos de coadyuvar a la ansiada reconciliación nacional, generaría un alto grado de incertidumbre habida cuenta del riesgo y desconfianza que se produciría”.

La funcionaria expresa su preocupación, debido a la forma como fue concebida y por considerar que no incluye a todos los factores políticos y sociales que hacen vida en el país. “En lugar de propiciar equilibrios o generar un clima de paz, estimo que aceleraría la crisis por el carácter sectorial y corporativo de representación indirecta del decreto dictado por el Ejecutivo”.

Señala Ortega Díaz que la iniciativa gubernamental pone en riesgo las conquistas alcanzadas en 1999 y suprime el legado del fallecido presidente Hugo Chávez, en materia de respeto a los derechos humanos, democracia, participación popular, derecho a la vida, al trabajo, a la cultura, la educación, la justicia social y la igualdad, sin discriminación y subordinación alguna.

“Esta Constitución nació con el objeto de transformar el sistema político y apuntalar a cambios ante lo que en su momento se percibió como el agotamiento del modelo político iniciado en 1958”.

Por su parte el incendiario vicepresidente del PSUV, Diosdado Cabello, ha asegurado que ni la Asamblea Nacional, en manos de la oposición, ni el Ministerio Público, que dirige Luisa Ortega Díaz, podrán impedir las decisiones de la ANC e indica que una vez instalada, esta podrá tomar las decisiones que quiera y nadie las podrá objetar. “La ANC podrá también tomar una o todas las atribuciones de la actual Asamblea Nacional y por eso los de oposición se niegan a participar. La ANC, podrá tomar las decisiones que quiera y nadie la podrá objetar”.

En medio de su defensa sobre la Constituyente ha propuesto la inhabilitación política de opositores “de por vida”. “Si llegan a conspirar contra el Gobierno. Hay que llevar a la ANC que todo el que haya atentado o atente contra la ANC sea inhabilitado de por vida”.

Por su parte, Jorge Rodríguez, jefe de la Comisión de Estrategia y Comunicación del comando de campaña Zamora 200 en ese país,  sostiene que la Asamblea Nacional Constituyente permitirá a la juventud dirigir el rumbo de Venezuela porque asumirá mayor protagonismo político,  y ha indicado que la formación de la juventud para asumir las riendas de la nación fue fundamental en las políticas públicas impulsadas por el líder de la Revolución Bolivariana, Hugo Chávez.

“Tuvimos la inmensa fortuna de que Hugo Chávez llegara a esta tierra a sembrar la semilla de la dignidad, de la soberanía”, ha dicho Rodríguez.

Asimismo, enfatizó en la defensa del país ante las acciones promovidas por sectores de la oposición, quienes buscan entregar las riquezas.

“Sepan que así como nos vamos para la calle a hacer campaña por la Constituyente, estamos dispuestos a irnos a la calle a defender la patria, defender nuestro derecho a ser independientes, libres, soberanos”, puntualizó.

Leopoldo López en un mensaje grabado en su casa donde cumple prisión domiciliaria invitó a mantener la protesta pacífica en las calles para enfrentar las amenazas que, en su opinión, pretenden “el aniquilamiento de la República y del Estado democrático, y la sumisión de los venezolanos”.

López enfatizó que lo que busca Maduro “y quienes lo acompañan” con la Constituyente “es una pretensión y no lo van a lograr”, pero destacó que es necesario “lograr contenerla con acciones de lucha pacífica, organización y esfuerzo conjunto”.

El líder del partido Voluntad Popular condenado a casi 14 años de cárcel por las muertes acaecidas en las protestas que hubo en el país en 2014, se inscribe en una agudización del conflicto político en el que hay más de 100 víctima mortales en cuatro meses continuos de protestas de la oposición contra el gobierno de Nicolás Maduro; y además, el Legislativo (Asamblea Nacional) ha nombrado a 33 nuevos jueces del Tribunal Supremo de los cuales tres han sido detenidos, por “traición a la patria”.

El otro líder de la oposición Henrique Capriles, abogados de 45 años, que ha sido candidato presidencial en dos ocasiones, ha dicho que el gobierno está jugando con un cuchillo de doble filo.

“Ellos (gobierno) se están colocando la soga al cuello cuando instalen el fraude constituyente. Los problemas continuarán el lunes, el martes y qué excusa le darán a sus seguidores. A las dos semanas, cuando no puedan resolver los problemas de los venezolanos, qué van a decir, cuando además la comunidad internacional les advirtió que no reconocerá este parapeto y que aplicarán sanciones económicas, ellos qué van hacer? Con eso, vendrán menos dólares, la situación económica se deteriorará aún más y por ende no se podrá comprar comida ni medicinas”.

El gobernador del Estado Miranda, zona metropolitana de Caracas, resaltó que durante el primer día de la huelga general se notó gran ausentismo en las calles.

“La gente se quedó en sus casas. Tenemos conocimiento que alcaldes oficialistas fueron a los establecimientos comerciales y los amenazaron que si se paraban les iban a quitar las licencias”, agregó.

Capriles argumenta que la huelga general es una forma legítima de protesta, “pero tenemos que prepararnos en todos los escenarios. Tenemos que jugar en todos los tableros”, ha advertido.

Pero mañana amanecerá y con Constituyente o sin ella Venezuela seguirá padeciendo por los mismo problemas y habrá que decidir sobre qué camino tomar, asegura.

Javier Vargas