La economía venezolana, en su momento una de las más crecientes de Latinoamérica, afronta hoy una severa crisis, caracterizada por la escasez de productos de la canasta básica, la desbordada inflación y la dependencia de las importaciones.

Felipe Pérez Martí, economista y socialista, que fue uno de los primeros ministros de Planificación y Desarrollo en el mandato del extinto presidente Hugo Rafael Chávez Frías, propone un socialismo endógeno para sacar al país de la crisis.

¿Por qué Venezuela dejó de tener una economía fuerte?

En el caso de Chávez su peor pecado fue el régimen cambiario, que sobrevaluó la moneda desde 2003, lo que empeoró la enfermedad holandesa, uno de los tres síntomas de la ‘maldición de los recursos’. Eso empeoró el rentismo, importar en vez de producir aquí, exportar solo petróleo y nada más.

El segundo síntoma fue no ahorrar en tiempos de vacas gordas, sino gastar todo el ingreso y endeudarnos para gastar aún más.

El tercer síntoma está conformado por centralismo, el caudillismo, el militarismo, la corrupción pública y privada, que ha desbaratado el estado democrático y de justicia.

¿De qué manera se pudo haber evitado el desastre?

Los tres síntomas mencionados obedecen a una sola enfermedad y su solución es conocida. Por ejemplo, Noruega lo hizo con el Fondo de Ahorro Intergeneracional, un fondo externo que acopia toda la renta petrolera.

Como los dólares no entran al país, la moneda local no se sobrevalua. La volatilidad externa es experimentada solo por el fondo. Por eso, los shocks no entran al país, y la inestabilidad macroeconómica que viene de ahí se evita con este colchón de amortiguación.

Por último, como los zamuros no tienen carne -la renta petrolera-, entonces no se organizan las mafias estructurales de corruptos que usufructúan la renta petrolera, desde el Estado y el sector privado.

¿Es posible recuperar la economía?

Claro que sí. Hay que hacer un ajuste económico, que incluya lo cambiario, lo fiscal, lo monetario, lo productivo, lo político-institucional, y la cura de la maldición del oro negro. Pienso que no hay voluntad política para hacerlo ahora.

Lo del rentismo necesita un nuevo pacto social, pues es un arreglo institucional de largo plazo que contempla medidas para cada síntoma, en una transición al modelo Noruego.

¿Hay una guerra económica propiciada por opositores al Gobierno?

Totalmente falso. Básicamente responsabilidad del Gobierno y de los buscadores de renta que lo tienen capturado y tienen capturado al país.

¿La política de Estado fue importada desde Cuba?

Es cierto que Cuba ha tenido mucha influencia en el gobierno de Chávez y de Nicolás Maduro. Pero la cosa no viene de ahí, como he explicado. Es de política y causalidad interna, con apoyos de fuera, entre ellos Cuba, que ha sido un beneficiario. Un caza-renta, que ha conseguido su parte en la torta petrolera.

¿ Es cierto que se ha producido un derrumbe de la clase media?

En un sentido muy literal. Han pasado a ser pobres. La distribución del ingreso ha empeorado. La distancia entre los ricos y los pobres ha crecido inmensamente y la mitad ha quedado virtualmente vacía. Los pobres han aumentado un poco su nivel de ingreso real, y la clase media ha pasado a ser pobre y los ricos han aumentado su riqueza de manera muy notable y constatable.

Los expertos aseguran que el valor de la canasta básica en siete salarios mínimos, ¿cómo compensar esta situación?

La compensación es básicamente imposible. La gente hace magia y reasigna sus prioridades. Come peor, con menos nutrición, menos variedad. Se viste peor, conserva lo usado. Bachaquea, contrabandea, forma redes de amigos para nivelar las cargas solidariamente. Pero eso tiene un límite.

Puede haber una conmoción social, saqueos, en todo el país, no solo en Caracas. En cualquier caso vendrá un ajuste, y una repartición de cargas, que idealmente deberían pagar los corruptos, los contrabandistas, los países poco solidarios.

Si se ajustan los bienes y servicios a costos reales ¿también se tiene que ajustar el ingreso de los venezolanos?

Sí, porque bajará el precio de algunos bienes, como los importados, por ejemplo computadores, celulares, cauchos, repuestos. Es muy importante en todo el ajuste cambiario, que se ubicaría en unos 62 bolívares por dólar.

La idea es hacer un programa completo, no solo liberar precios. Esto implica cerrar la brecha fiscal, sincerar el tipo de cambio, frenar la emisión de dinero, generar condiciones productivas, reglas de juego para la inversión privada y un acuerdo político de gobernabilidad, con un nuevo pacto social, que incluya la democracia y la justicia.

¿Se ha deteriorado el Producto Interno Bruto (PIB)?

El PIB per cápita ha crecido solo uno por ciento interanual, el más bajo en Latinoamérica, a excepción de Haití en estos momentos.

Un desastre de gestión productiva. Las reservas del Banco Central Venezolano (BCV)) han bajado unos diez mil millones de dólares.

*Ramsés Díaz León / Especial para La Opinión