Gloria Inés Suárez, de 35 años, madre cabeza de hogar, aseguró que el contrato de cuatro meses de empleo que firmó con el Departamento de la Prosperidad Social no solo le permitirá darles el sustento a sus tres hijos y a sus padres, sino además dejar impresa su huella en el embellecimiento de Cúcuta.

Ella hace parte del grupo de 1 mil 500 personas pobres de Cúcuta que resultaron favorecidas con los empleos de emergencia que aprobó para esta capital el presidente Juan Manuel Santos.

Esta semana, por fin después de un año de permanecer desempleada, Gloria Inés emprendió labores en el mantenimiento de las zonas verdes de las glorietas y separadores de la autopista que va desde el monumento del Indio hasta el barrio Antonia Santos.

“Vamos a dejar bonita la ciudad para que nos recuerden y nos tengan en un futuro en cuenta para más empleo”, dijo la mujer.

Esta semana la administración municipal programó cuadrillas de 30 personas que se encargarán también de la limpieza de todo inservible que esté en el espacio público de las ciudadelas de Juan Atalaya y La Libertad, con el fin de erradicar los criaderos del zancudo que está transmitiendo el virus del Chikungunya.

La próxima semana la misión de Gloria Inés y sus compañeros estará dirigida al embellecimiento de los escenarios deportivos.