Sueño con irme a Bogotá a fortalecer mi talento con la música. Tengo 18 años y estoy convencido de que lo que con sacrificio se hace arroja resultados positivos.

Con la firme meta de ser un rapero destacado en la música nacional e internacional, Danny Wilfrido Ortega Valencia, conocido en el gremio musical local como ‘Tutty Dan’, engrana diariamente sus letras, les da ritmo y las canta.

Él, con el espíritu de superación que lo caracteriza y las ganas de devorarse el mundo con su voz, decidió validar el bachillerato por las noches (está en octavo y noveno grado).

En el día, madruga a preparar el desayuno con su padre y juntos se marchan a trabajar en un taller de mecánica ubicado en el barrio Videlso de Los Patios, en el área metropolitana de Cúcuta.

En sus tiempos libres los fines de semana y en los descansos que le dan en el trabajo, toma un cuaderno y un lápiz para viajar al mundo del rap, ese en el que se mueve con elegancia y le inyecta la energía necesaria para hacer crecer su proyecto de vida.

‘Tutty Dan’, está ahorrando parte de lo que gana en el taller para cumplir su meta de irse a Bogotá.

Entre risas, tristezas, sueños y metas que no quiere dejar morir, vive diariamente el rapero, conocido en Los Patios por sacarle rimas a cada cosa que observa, al mejor estilo de los años ochenta, cuando nació el rap como género musical.

La primera presentación la hizo en el colegio Once de Noviembre de Los Patios, donde estudiaba. Actualmente tiene cinco demos y el artista que lo inspira es Mastter Big Mazta.

De lleno en el mundo musical, el cucuteño ‘Tutty Dan’, está inmerso desde hace tres años.

“Un día dije: no quiero improvisar más, la música es un arte que merece mi respeto y con la cual puedo expresar muchos sentimientos”.

Para él, todos sus estados de ánimo están movidos por el rap y cada una de sus frases y composiciones las utiliza para llegarles a los jóvenes con mensajes de esperanza.

Una de sus características en tarima es que cuando sale dice a grito entero: dónde están mis panas… tras la ovación y las manos levantadas del público, empieza a rapear.

Una de sus primeras letras fue: “Pana, mándale un mensaje a mi hermana, el ‘Tutty Dan’ está muriendo bajo de la ventana, que la melancolía es la única que me llama y tengo tantas heridas que siento que no sanan…

Se sorprenderán

Incursionar en la música implica lidiar con críticas y en algunos casos con el rechazo de familiares, amigos y las personas más cercanas.

El rapero ‘Tutty Dan’ no ha sido ajeno al tema y con nostalgia cuenta que conocidos lo han motivado a que cante otros géneros con los que según ellos le iría mejor y ganaría más dinero.

Sin embargo, se ha mantenido firme a sus convicciones y sabe que el dinero no lo da todo. “Prefiero ser feliz haciendo lo que me gusta y conseguir lo necesario para suplir las necesidades básicas”.

“Sé que en unos años se sorprenderán. Hace muchos anhelaba tener una vida más familiar. Estaba al cuidado de mi mamá y pasaba la mayor parte del día solo, jugando maquinitas o en la calle, cosas que nada productivo traían a mi vida”.

Años después su papá se lo llevó a vivir con él y todo cambió en la vida del rapero ‘Tutty Dan’.

“Me demostró lo que es el amor de un padre y vivo orgulloso de tenerlo a mi lado apoyándome todo el tiempo y dándome una voz de aliento”.

Ese hecho, trascendental en la vida del rapero, significa que los sueños si se cumplen y es la motivación que tiene para despegar en la música.

“La fortaleza de mi papá inspira y espero, a futuro, conocer a las personas indicadas para hacer que el proyecto de vida musical que tengo sea una realidad”.

Mientras concreta su viaje a la capital colombiana, sigue llenando cuadernos con sus originales composiciones, pues afirma, no ser uno más del montón y destacarse por imprimirle un sello a cada cosa que hace.

A los jóvenes que incursionan en otros géneros musicales dice respetarlos y apoyarlos, pues en la diversidad está según él la esencia de la vida.