El sueño de ser una bailarina del Ballet de la Ópera de París puso en peligro la salud de Carolina Ramírez cuando era una adolescente. Pese a ser consciente de que ni su estructura ósea ni silueta se apegaban a los requisitos exigidos por esa prestigiosa academia, sucumbió al desafío de cambiar su cuerpo, cuando en la escuela donde estudiaba danza la fue integrando a varias obras de ballet.  

Con apenas catorce o quince años optó por el recurso de las dietas. Cuando le servían la comida, ella la escondía. Si le tocaba comer acompañaba, luego se laxaba. “Mi mamá me pilló a tiempo y me llevó a un nutricionista. La especialista me regañó y me remitió a un psiquiatra. Me diagnosticaron anorexia nerviosa”, contó la caleña en el programa Confesiones Más Real.

Con tratamiento superó esa etapa y con su mudanza de Cali a Bogotá, se abrieron más oportunidades. Continuó en el mundo del ballet y pudo presentarse tres veces en Cuba y conocer a figuras del quehacer artístico colombiano, entre ellas al director John Bolívar, quien le propuso presentarse a un casting para la telenovela “El Inútil”.

“La actuación me salvó la vida”, asegura Carolina, quien con apenas 32 años es considerada una de las actrices más importantes de Colombia. Y títulos dramáticos dan prueba de ellos: ‘La hija del mariachi’ (2006); ‘Las trampas del amor’ (2009); ‘La pola’ (2010); ‘Mujeres asesinas’ (2012); El capo 2 (2012); ‘La pista’ (2013) y actualmente ‘Contra el tiempo’, serie de ficción en la que encarna a Andrea Valverde y comparte protagónico con Diego Cadavid.

¿Quién es Andrea Valverde?

Andrea es el personaje menos blanco que he interpretado, pero a través de la historia se va volviendo blanco. Es un personaje que no tiene un amor único, un amor absoluto como lo pudo haber tenido ‘La Hija del Mariachi’. En este caso ella empieza siendo la novia de uno y termina siendo la novia del otro, digamos que tiene un contraste diferente.

¿Es un personaje que cree en el amor?

Por supuesto. Ella sigue defendiendo el ejemplo, el buen camino, aunque ella y Leonardo (Cadavid) se vean afectados por las cosas que suceden alrededor, envueltos en un círculo de maldad, en una historia donde uno no ve esperanza.

¿Cómo ha sido trabajar de nuevo con Diego Cadavid?

Divino. Diego es mi amigo, mi bacán, mi parcero, tenemos una química increíble, una amistad para toda la vida.

¿Le gusta participar en estas historias que no terminan siendo rosas?

Es muy interesante porque uno hace este trabajo para poder ser versátil. Me siento afortunada de que los productores vean en mí no solamente la eterna Adela Noriega colombiana o no sé, la niña dulce de las historias, porque ya creo que estoy grande... han pasado 10 años desde ‘La hija del Mariachi’ y creo que uno va madurando, al igual que la forma con que otros te ven.

Hace unos años se desnudó para la revista Soho ¿lo volvería a hacer?

No volvería a hacer un desnudo. Lo hice una vez y cuando todo estaba en su lugar (risas), fue algo chévere.

¿En qué proyectos está trabajando actualmente?

Estoy actuando en teatro, llevo una temporada en la obra Burundanga. Nos ha ido muy bien, es una fortuna disfrutar y vivir del teatro.  

¿Tiene alguna propuesta para trabajar en el exterior?

No todavía y tampoco las estoy buscando (risas).

¿Por qué?

Porque estoy tranquila viviendo en Bogotá con mi esposo. No hay planes de irnos a vivir a otro país.

¿Han pensado en tener un hijo?

Es un tema que aún debatimos. Yo crecí en una familia grande y cercana y yo quiero eso para mi hijo pero lo veo muy difícil porque mi esposo y yo vivimos solos en Bogotá. Nuestras familias están lejos. 

*Alicia Pepe | La Opinión