De qué juguetearía te escapaste, muñeca?’, ‘¿Llevas puesto un sujetador espacial?...porque tienes unos senos del otro mundo’, ‘Si eres casada, no te preocupes... ¡No soy celoso!’, ‘¡Mi amor!, tú con tanta carne y yo sin dientes’, estas son algunas de las frases de la lista de piropos que, según el portal web Colombiamagica.co, son los más populares “para enamorar” a una mujer.

De acuerdo con la Real Academia Española (RAE), un piropo es un dicho breve que “pondera alguna cualidad de alguien, especialmente la belleza de una mujer”. Pero, ¿representan estos conjuntos de palabras manifestaciones de galantería de parte de un hombre? ¿Deben la sociedad y la mujer tolerar esta cultura? ¿Es el piropo acoso sexual?

Para la psicóloga Tatiana Cordero González, quien pertenece a la Fundación Mujer y Futuro, la palabra piropo le proporciona un contenido agradable a esta acción y “los comentarios que las mujeres soportan día a día en los espacios públicos no son para nada halagadores, son indeseados y  vulgares, generan un malestar en la víctima, teniendo en cuenta que no es un acto consentido por ella”.

Manifestó que la mayoría de estas frases tienen un gran contenido sexual y de poder. “Cuando una mujer está caminando en la calle y un hombre le expresa palabras sobre su aspecto está evidenciando una relación de poder, donde él dice ‘yo soy hombre y tengo derecho a opinar sobre el cuerpo de las mujeres’, aún sin conocerlas”.

La experta señaló que este comportamiento no va ligado al elogio, porque el hombre es consciente de que sus comentarios no son bienvenidos y con ellos no va a lograr llamar la atención ni obtener una respuesta positiva de la mujer.

Tatiana Cordero afirmó que el acoso usualmente va acompañado de miradas lascivas, insinuaciones, gestos obscenos, silbidos y hasta exhibicionismo -masturbación y tocamientos-. Por otro lado, ellas sienten vergüenza, temor, inseguridad, indefensión, rabia y hasta culpa, por pensar que tal vez la ropa que llevan puesta ha causado esta reacción, lo cual es una falacia.

“Lleven puesto lo que lleven, siempre se van a encontrar con este tipo de comentarios, los cuales se acentúan cuando el hombre está acompañado por otros de su mismo género”. 

Estas situaciones, consideradas por la psicóloga un tipo de violencia, son tan indeseadas y molestas para las féminas, que estas empiezan a cambiar sus recorridos y horarios en la calle, se sienten inseguras caminando solas y evitan pasar por lugares en los cuales han sido piropeadas. Además, “existe el temor a encontrarse con agresores de este tipo que ya hayan ejercido esta violencia en ellas”.

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Cuatro componentes del piropo

La psicóloga Érika Marcela Correa Castellanos, integrante de la Corporación Mujer Denuncia y Muévete y quien cursa una maestría en Psicología Jurídica y Forense, manifestó que el piropo tiene cuatro componentes.

Cultural: Hemos nacido y formado en una cultura machista, que supuestamente le da el derecho al hombre de acceder o apropiarse de una mujer. 

Social: La sociedad refuerza esa conducta del hombre y la actitud de la mujer a estar sometida a él y a sus acciones. Incluso, hay casos en los que la mujer critica a sus similares, responsabilizándolas de haber provocado el piropo, lo cual no debe ser.

Psicológico: Quien piropea no conoce las condiciones psico-emocionales de la persona a la que se le hace el comentario, si alguna vez fue abusada o víctima de algún tipo de violencia. No imagina cómo puede afectar ese piropo, pues cada quien percibe el universo de manera diferente.

Jurídico: Dentro de los derechos humanos básicos está el respeto a la dignidad de la persona. Nadie puede creerse con el derecho de acceder a la integridad de una persona, solo porque el machismo es un constructo creado por la sociedad, así se trate de un piropo “bonito”.

Es “acoso sexual”

Tatiana Cordero indicó que el piropo no es halago sino acoso sexual, porque no es consentido por la mujer, es un cometario indeseado y la mayoría de ellos tiene contenido sexual. Sostuvo que la mujer está lastimosamente frente a un comportamiento habitual que es socialmente aceptado.  

“Las mujeres tenemos derecho a caminar tranquilas, sin temor, a usar las prendas que queramos sin escuchar y soportar un solo silbido o comentario en la calle. ¡No más acoso!”, enfatizó la integrante de la Fundación Mujer y Futuro.

Su colega Érika Marcela Correa también considera acoso sexual al piropo y es un error pensar que la mujer debe salir totalmente tapada a la calle para no sentirse asediada por este tipo de comentarios. 

“Es el hombre el que debe ser educado y eso es lo que buscamos, que no se vea a la mujer como un objeto, independientemente de cómo se vista”, pues él “tiene distorsiones cognitivas al pensar que puede acceder a la mujer fácilmente”, de acuerdo con la psicóloga de la Corporación Mujer Denuncia y Muévete.

¿Qué dicen en la calle?

La Opinión consultó en la calle lo que piensan algunas mujeres, de diferentes edades, sobre el piropo.

Jessika Blanco Arias: La mayoría de los hombres dicen piropos por morbo, una no se siente bien. A mí molesta eso.

Andrea Pérez: Hay algunos muy bonitos, pero hay otros en los que los hombres se pasan; son muy vulgares con sus piropos, ellos lo toman con otro sentido. Yo no les presto atención.

Karol Monjica: No me gustan los piropos porque me siento acosada.

María Jaimes: No estoy de acuerdo con eso. Ahora los piropos que lanzan, la mayoría, son con doble sentido.

Carolina Iscanio: No me gustan los piropos y no deberían ser aceptados por la sociedad porque son una falta de respeto.

Ana María Pérez: El piropo es feo, se siente una acosada.

Katherine Gil: Es una situación muy incómoda porque hay muchos hombres que son muy vulgares al momento de hacer un piropo.

Jenny Ortiz: No estoy de acuerdo con los piropos porque los hombres pareciera que se lo tragan a una con la mirada.

Yudarkis Vanegas: Hay piropos que incomodan, pero eso depende de la persona que lo diga. Si quien lo da es del agrado de una, entonces es normal.

Marlín Mateus: El piropo es súper desagradable. Una se pone bonita para una misma y no es chévere salir y encontrarse con esas personas que usan una manera muy fea de expresarse. Las mujeres no deberíamos acostumbrarnos a eso.

Juliana Bancarsa: Es muy incómodo. Uno no espera ni quiere ir por la calle y que un hombre haga esos comentarios.

Yolima Álvarez: No estoy de acuerdo. Algunos se pasan de calidad. No saben halagar a una mujer.