Diego Trujillo es Ismael Herrera en Cuando vivas conmigo, dueño y señor de la aseguradora Granseguros. Alto ejecutivo, exitoso, inteligente, y un as para los negocios. Además de ser atractivo y elegante, es un cínico. Tiene un humor negro que muchos confunden con crueldad, pero se trata solo de un hombre que no tiene problema en decir la verdad.

Cree en la razón y tiene como premisa que “el que pide consejos siempre se equivoca”. Fue un esposo ejemplar de su adorada Clotilde, pero al perderla, perdió también el poco idealismo que le quedaba en la vida. Mal perdedor que ahora no cree ni en su sombra. Ha ganado en todo menos en educar bien a sus dos hijos, Magdalena y Escobita.

Trujillo uno de los protagonistas de Cuando vivas conmigo con La Opinión sobre su participación en la serie y de su vida.

¿De qué se trata su personaje en ‘Cuando vivas conmigo’?

La historia tiene dos universos, Bogotá y Girardot. Mi personaje hace parte del universo bogotano, se trata de un hombre muy rico que viene de una familia tradicional y se enfrenta a sus dos hijos por cuestiones económicas y encuentra el apoyo en su empleada Katherine Escobar, a quien le propone matrimonio.

¿Qué similitud tiene este personaje con el Diego de la vida real?

No tiene nada que ver conmigo, quisiera ser tan rico y un as para los negocios como Ismael. Agrega entre risas.

En su personaje se enamora perdidamente de la empleada, quisiera saber ¿Diego cómo conquista y cómo lo conquistan?

Yo me dejo conquistar, soy incapaz de dar el primer paso, me cuesta mucho y necesito que sean ellas quien lo den. Soy muy tímido y siempre estoy a la defensiva. Me encantan las mujeres.

¿Ha tenido un amor imposible?

Nunca, todos los que he pretendido los he logrado…

¿Ha hecho una locura por amor?

Sí, me fui en moto un 31 diciembre en la mañana de Bogotá hasta Santa Marta y logré llegar a celebrar el año nuevo.

¿A qué edad tuvo una traga maluca?

A los 12 años me enamoré de una niña estrato 900, me paró bolas una sola vez en la vida y luego jamás me volvió ni a  mirar.

¿Con qué se complica la vida?

Soy un poco obsesivo y algo neurótico con el orden. Vivo solo y me cuesta ese tipo de cosas.

Tiene usted fama por ser un conquistador y seductor con la mirada ¿es cierto?

No, no lo es, por ahí dicen que soy un poco seductor y en fin.

¿Qué admira de una mujer?

Inicialmente, las admiro por el solo hecho de ser mujeres, la complejidad en sus pensamientos, la manera que tienen de pensar. Las mujeres tienen un intelecto brillante. Uno como hombre suele ser muy elemental.

¿Qué despierta su lado sensible?

Todo, soy muy sensible, pero sobre todo lo que tenga que ver con mis hijos, también lo que pasa en este país, la violencia y la injusticia.

¿En algún momento ha hecho sacrificios por amor?

No, creo que no hay que hacer sacrificios por amor, porque el amor debe equitativo sin necesidad de sacrificarse.

¿Cómo sería para usted una relación ideal?

Que se dé con una persona que viva en su propio espacio y que respete el mío, que nos encontramos y coincidamos en espacios comunes.

¿Cree en el amor eterno?

No, no creo en nada eterno.

La Opinión