‘El fiscal’, ‘La costeña y el cachaco’, ‘Alicia en el país de las mercancías’, ‘La marca del deseo’, ‘Regreso a la guaca’ y ‘Dónde está Elisa’, son algunas de las producciones en las que Carlos Vergara ha actuado a lo largo de 15 años de carrera artística.

Y aunque estos papeles le han dado reconocimiento en la pantalla chica, ha sido Rafael María Díaz, el padre de Diomedes en la novela ‘Diomedes, el cacique de La Junta’, el personaje con el que este actor cordobés ha logrado meterse en el corazón de los colombianos, que noche a noche lo ven interpretando magistralmente al padre de uno de los máximos exponentes del folclor vallenato.

En la novela, se adentró en la piel de un guajiro de origen campesino, sencillo y trabajador, quien lucha por sacar a su familia adelante. Para Vergara, este personaje ha sido la oportunidad de reconectarse con sus raíces campesinas, de estar en contacto con los mágicos paisajes que encierran La Guajira, Cesar, La Junta y sus alrededores y de conocer un poco más de cerca la historia, vivencias y el legado musical que dejó Diomedes.

¿Cómo se siente interpretando a Rafael María?

Estoy contento. Este es un personaje tan bello y tan bien construido desde que iniciaron las grabaciones, que tener la oportunidad de interpretarlo, con tantos matices, ha sido maravilloso.

¿Qué significa Rafael María Díaz en su vida?

Este personaje es un renacer para mí, porque muchos directores y productores de casting no me reconocían mucho antes, pero después de este personaje, el reconocimiento ha sido muy bueno. Es un personaje que quedará grabado en mi memoria para toda la vida.

¿Qué pasó con el periodismo? ¿Por qué no continuó estudiando esta carrera?

A mí el periodismo siempre me ha gustado mucho, de hecho me gusta escribir, pero, la vida me fue encaminando por el lado de las artes escénicas y ahí me quedé.

Además de actor, es director, productor y guionista, ¿en cuál de estas tres labores se siente mejor?

Me siento cómodo delante y detrás de cámaras, lo único que intento hacer siempre, es que cuando estoy como actor, estudio y me preparo para entregarle todo en cuerpo y alma al personaje, para que el director encuentre en mí lo que necesita para transmitir lo que quiere. Trato de no mezclar la actuación con la dirección, aunque algunas veces he tenido que hacerlo.

¿Qué viene?

Tengo algunas cosas pendientes de las que no puedo hablar todavía. Por ahora, seguiré con la película que estoy dirigiendo.

Colprensa