En los diferentes salones y autoshows mundiales suelen develarse prototipos y conceptos que adelantan las líneas de diseño que podría tener los modelos de las marcas expositoras. Es así como se aprecian pequeños adelantos de lo que visualmente serán los automóviles en un futuro cada vez menos lejano, por lo menos en el aspecto estético.

Últimamente también hemos asistido a una constante y es que definitivamente los años venideros estarán trazados por la transición hacia la movilidad eléctrica y otros combustibles alternativos a los hidrocarburos. Para que esto sea una realidad cercana ya se está ampliando, por ejemplo, la infraestructura de estaciones de carga y desarrollando nuevas tecnologías para ofrecer mayor autonomía en los autos con la puesta a punto de nuevas baterías de iones de litio.

¿Cuál será la tendencia?

Sin duda alguna, los denominados crossovers y SUV de techo bajo seguirán dominando las propuestas y preferencias de los fabricantes. Serán modelos con especial cuidado en la iluminación interior (natural o artificial). No serán entonces camionetas en toda regla sino sedanes sobreelevados con una importante altura al piso. La premisa es que sean funcionales, intuitivos y conectados.

Las líneas y los contornos serán cada vez más redondeados, con predominio de la iluminación LED de diferentes tonalidades para recrear ambientes según la disposición de los ocupantes. También la aromatización interna será un punto importante a tener en cuenta así como los completos sistemas de infoentretenimiento con las últimas actualizaciones.

La luz será entonces un aspecto fundamental a la hora de diseñar un carro en el futuro. No nos extrañe que, a diferencia de lo que se ve ahora con interiores monocromáticos, nos encontremos con tonos vibrantes e intensos, con cintas de luces que cruzan el vehículo a lo ancho y a lo largo. Los asientos serán un derroche de comodidad con diseños sacados de muebles caseros. En los autos más lujosos serán verdaderos sofás y salas de estar elaboradas en finos cueros y pieles, algo así como un lounge a bordo. Otros se decantarán por telas como el terciopelo y algunos pondrán su dosis de elementos metálicos como el aluminio para las puertas y los apoyabrazos.

El volante, cuando lo haya porque muchos autos incorporarán conducción completamente autónoma, tendrá reconocimiento de huellas digitales, pantallas táctiles, aire reciclado en cabina.

¿Y el motor?

Uno de los aspectos más comunes será el mejor aprovechamiento del espacio para lo que en un vehículo normal es el motor de combustión interna. Los carros eléctricos tienen un propulsor más pequeño y liviano, por eso, dejarían, o más espacio para equipaje o un diseño de carrocería que tenga unas formas más ovoides para ahorrar volumen y ser más prácticos a la hora de estacionarlos. Algunos carros tendrían entonces un aspecto más de burbujas de cristal y de cápsulas espaciales con amplias superficies vidriadas.

Como ya se ve en la actualidad, las líneas superiores van adquiriendo formas de coupé así tengan cuatro puertas y sin sacrificar el interior, que tiende a ser cada vez más espacioso, como en las verdaderas SUV. Es una realidad, los verdaderos coupés de dos puertas están condenados a la extinción definitiva pues cada vez son más las marcas que los descatalogan de su portafolio.

Las ruedas se ubicarán cada vez más cerca de los paragolpes para aprovechar el espacio, como hizo hace 60 años Sir Alec Issigonis al crear el Mini.

No todo está perdido para los deportivos

También es una realidad que habrá autos deportivos impulsados por energía eléctrica, pues han demostrado ser verdaderamente rápidos, incluso más que los de gasolina. Se trabaja por ahora en la autonomía de este tipo de carros, para que rindan por lo menos 500 kilómetros en conducción de sport. Fabricantes como Audi, BMW, Tesla, McLaren, Porsche, Aston Martin e incluso Ferrari y Lamborghini ya trabajan en el tema.

En el apartado exterior, tendrán una altura baja y parabrisas panorámicos que permitirán una amplia visión a sus pasajeros.

El ingreso y salida será casi a ras de suelo. Algunos incluso carecerán de puertas laterales, con diseños minimalistas y acceso por el techo mediante la apertura en forma de escotilla, que servirá también, en algunos casos, para acumular energía solar y alimentar así algunas funciones del vehículo sin recargar de trabajo a la batería eléctrica.

Seguridad y confort

Tanto para el carro como para los pasajeros, comenzaremos a ver tendencias en materiales que brindarán mayor protección contra rasguños y golpes a la carrocería

En algunos prototipos se ven protecciones en cuero y cápsulas de aire para absorber impactos, y en cuanto a los techos, la mayoría en cristal llevarán materiales que repelen la radiación ultravioleta y el calor.

En algunos vehículos con conducción autónoma, guiada por GPS y sensores, los asientos podrán girar sobre sí mismos y ser modulares y ajustables para facilitar la comunicación entre los pasajeros, lo cual permitirá una mayor libertad de movimiento con el fin de hacer más cómoda la vida a bordo.

También habrá mesas plegables y multitud de espacios para acomodar objetos.

Y la anchura de la carrocería será entonces mayor para permitir estas soluciones. Habrá asimismo longitudes superiores a los 5 metros que permitirán acomodar hasta nueve pasajeros en el automóvil de la casa.