A finales de 2010 se vivió una situación crítica en la jurisdicción de Tibú por una oleada invernal que azotó durante varias semanas la región.

Día y noche se desataban prolongadas y torrenciales precipitaciones que aumentaron notoriamente los caudales de los ríos Sardinata, Nuevo Presidente y Río Nuevo, generando desbordamientos e inundaciones.

Nunca se había visto los tres afluentes unidos en una gran extensión de agua que arropaba unos 30 kilómetros desde el sector de La Aduana hasta La Soledad, en la vía une  a Tibú con Cúcuta.

A este panorama se sumó la difícil movilidad entre las dos ciudades por el derribamiento del puente de Campo Dos debido a un atentado perpetuado por la guerrilla de las Farc el 20 de noviembre de ese mismo año.

Por el desbordamiento de los ríos y las inundaciones, centenares de agricultores perdieron cosechas y animales y muchos más resultaron damnificados porque sus viviendas se las arrasó el agua.

Este jueves, cinco años después, el alcalde Gustavo León Becerra, informó a La Opinión que a través del Fondo de Adaptación se van a construir 93 viviendas para las familias que resultaron damnificadas en esa oleada invernal.

“Son 93 viviendas nuevas y gratis que desde el 2012 hemos venido gestionando con el Fondo Adaptación.

Nada tiene que ver con el proyecto de 1.000 viviendas gratis que nos ofreció el presidente de la república Juan Manuel Santos. Es un proyecto totalmente diferente para las familias damnificadas por el invierno del 2010 que están plenamente identificadas y censadas”, manifestó.

Hace unos días, dijo, firmé el plan parcial del terreno que es una figura jurídica que le permite al municipio disponer de un terreno para programas de vivienda de orden social como este.

Según León Becerra también esta adelantado el proceso con la firma constructora para que inicie los trabajos en el menor tiempo posible.

Sobre el puente de Campo Dos vale la pena recordar que el derribado está siendo reemplazado por  un puente militar que prestó el Gobierno de la República Bolivariana de Venezuela. El paso se normalizó después de 16 meses y 20 días.

*La Opinión