A pesar de que los campesinos están tomando todas las medidas sanitarias para prevenir el contagio de la COVID-19, ya comienzan a registrar pérdidas. Los transportadores se niegan a recoger las frutas y verduras por miedo a contagiarse.

Luis Mora, cultivador de tomate de Toledo, manifestó que, aunque tiene dificultad para conseguir tapabocas y guantes, han hecho lo posible por adquirirlos, a precios muy altos, pero todo con el fin de prevenir.

“Trabajamos a unos cuántos metros de distancia. Aquí lo importante es que ningún campesino se afecte. La cosecha está normal. Tenemos problemas por el nerviosismo de los que transportan frutas y verduras. No quieren salir. Nos toca pagar fletes más caros y tratamos de vender lo poco aquí en el pueblo para no generar pérdidas”, dijo Mora. 

Fabián Martínez, funcionario de la Unidad Municipal de Atención Agropecuaria (Umata), indicó que la asistencia técnica se está cumpliendo en toda la zona rural, que el acompañamiento a los campesinos se ha hecho de manera regular y que desde la organización se están tomando todas las medidas preventivas. 
 
“Hay normalidad en la producción de leche y cárnicos. Siempre había movilidad. Las mismas familias del pueblo prestan los vehículos para el transporte los alimentos. Pero, debido a la cuarentena, hay restricción. La idea es cumplir con lo que manda el Gobierno, pero, que de la misma forma le puedan solucionar a los campesinos para que ellos no pierdan sus cosechas”, explicó Martínez.

Reinaldo Vera, cultivador de lulo de la vereda Santa Inés de Toledo, aseguró que, a pesar de que está trabajando con normalidad, se les ha hecho complicado enviar la fruta a Cúcuta. 

“Cultivamos lulo, pero hasta esta semana fue que pudimos enviarla. Es complicado para nosotros porque genera pérdidas. Uno la ofrece en el pueblo, pero no todas las tiendas y supermercados están abriendo, entonces, las ventas son bajas”, dijo Vera. 

Los productores piden a la alcaldía de Toledo que les ayude con el abastecimiento de tapabocas y guantes para seguir con sus labores en el campo. Según afirman, el gobierno departamental no les ha brindado ningún tipo de ayuda.