Los abucheos hacia el ministro de Ambiente, Luis Gilberto Murillo, en Bucaramanga fueron cuestionados por la Mesa de Trabajo Ambiental de Norte de Santander, pues desde este sector de las veedurías y ambientalistas nortesantandereanos es preferible ganar técnicamente que por vías de hecho.

Según Diego Rueda, vocero de la Mesa, en el grupo de trabajo que actualmente se prepara técnica y jurídicamente para defender a las comunidades y su entorno, “la decisión es trabajar con base en las normas y en los mecanismos de participación ciudadana”.

Así, para este grupo “es importante que más que activismo se dé un trabajo distinto, y si el ministerio está cometiendo errores, para eso existen herramientas jurídicas como derechos de petición, entre otros, con los que se debe exigir al Gobierno Nacional que haga bien su trabajo”.

Añadió que “el reto es demostrar las capacidades locales, y estar a la altura de la sentencia de la Corte Constitucional”.

“Estamos en desacuerdo con lo que pasó en Bucaramanga, porque no se está generando la lógica del diálogo”, dijo. “Si lo que se pretende es intimidar, lo rechazamos, y en mi opinión, debieron haber escuchado primero y luego hacer las réplicas, porque esto no se trata de una lucha de poderes”.

Para el veedor también es necesario que la comunidad comprenda que la sentencia logró que el ministerio se nivelara con los pobladores.

En este sentido, reiteró una solicitud que ya se hizo al ministerio, e incluso se comunicó vía derecho de petición, sobre la urgencia de vincular al ministerio del Interior, y su Dirección para la Democracia, Participación Ciudadana y Acción Comunal, con el fin de que se tenga un ente mediador, dada la relevancia y “sensibilidad” del proceso.

“Hay una metodología de participación, que incluso se ha llevado a cabo en lugares y circunstancias de mayor conflictividad”, agregó. “Nuestro objetivo es lograr que se dejen de tomar decisiones desde el escritorio de Bogotá, y lograr que ese escritorio se traslade a todos los municipios del área de influencia del páramo”.