A la humareda que salió el lunes de la vieja mina abandonada en la vereda El Salto (El Zulia), que asustó a los 38 niños de la escuela Playa Colorada, así como a los transeúntes de la zona, se suma el temor por el deterioro de la vía.

Aunque la mina lleva varias décadas sin ser explotada, desde hace un año “está prendida”, según relatan habitantes de la zona.

Si bien ya aprendieron a convivir con la chimenea que se forma a pocos metros de la escuela, en épocas recientes no habían visto lo que ocurrió al empezar esta semana: candela al rojo vivo, derivada del carbón que se quemaba en el profundo hueco que se abrió junto a la bocamina, en la vía que conduce a las veredas Campo Alicia, Pan de Azúcar, y Encerrados.

La docente de la escuela, Carmen Emilse Delgado se declaró alarmada por el riesgo que se corre no solo por la afectación vial que reduce el espacio del carril para las enormes volquetas que transportan carbón, sino porque temen que la mina explote, y que persista la exposición al dióxido de carbono que estaría emanando. 

Sin embargo, el coordinador municipal de gestión del riesgo, Ender Díaz, explicó que esto no ocurrirá, pero sí enfatizó en que mientras algunos habitantes sigan tapando el hueco con restos de carbón, como ha ocurrido, los gases continuarán quemando el material, y la situación seguirá igual.

Al respecto dijo que la Alcaldía está a cargo del evento, junto con la Agencia Nacional Minera, y comentó que se usará material inerte o residuos de los tejares para tapar el hoyo y reparar la vía, por la que transitan decenas de vehículos.

Dos trabajadores de una mina cercana ingresaron a la bocamina, y aunque advirtieron que por dentro “está derrumbada”, manifestaron que hace bastante calor, y hay residuos de ceniza que fueron arrojados, al parecer, por la presión interna.