Como un asunto originado en persecución política calificó el representante a la Cámara Wilmer Carrillo las críticas y seguimiento a lo que denominó el “mantenimiento de vías ya aperturadas” en zona rural de Arboledas.

Según el líder político, “hace muchos años se abrieron carreteras que se dejaron abandonadas cuando se electrificaron unas zonas del municipio”, y por ello el exalcalde Álvaro Carrillo hizo uso de una máquina entregada por la Gobernación, para su “mejoramiento”.

Pese a reconocer que las vías no se intervinieron con rigurosidad técnica, dijo que facilitaron el desarrollo y el tránsito de los habitantes de la localidad.

“El estudio topográfico, de pronto no lo hicieron porque eran vías abiertas anteriormente”, expresó. “Conozco que el alcalde solicitó al anterior director de Corponor (Luis Lizcano) el permiso, y él tiene documentos que soportan las intervenciones en esas vías”.

Por estos motivos, Carrillo está convencido de que serán las autoridades competentes, los órganos de control, Corponor y la dirección departamental de gestión del riesgo, las que verifiquen si hubo algún tipo de responsabilidad de parte del exalcalde “de haber ayudado a las comunidades menos favorecidas de mi municipio”.

Carrillo justificó el “mantenimiento” afirmando que por más de 50 años la población había solicitado que se hicieran carreteras, sin obtener respuesta alguna.

“Cuando llega una máquina y se hace la adecuación y mejoramiento periódico y rutinario, a unas vías que estaban totalmente taponadas, creo que si le preguntan a la comunidad, no hay molestia porque se les hayan abierto las carreteras”, insistió.

Recalcó que la persecución política que se ha generado luego de que Carrillo perdiera con su candidato a la alcaldía “es normal”, pese a que las denuncias fueron conocidas mucho antes de que se surtiera la contienda electoral.

Niega afectación ambiental

De otro lado, el congresista aseveró que en la zona no se han reportado ni deslizamientos ni contaminación ambiental, aun cuando en la inspección técnica de Corponor se verificaron daños, especialmente, a cultivos y plantas nativas.

“Yo conozco los sectores de Caney, Juan Bueno, La Despensa, Chicaguá, sectores fuertes en la producción de panela y cuyos campesinos bajaban a lomo de mula sus productos de los trapiches”, relató. “Hoy vemos circulando carros por esas vías, y sé que la comunidad está contenta con el desarrollo que se dio al sector rural”.

Para el actual alcalde, Ronal Sánchez, las obras hechas no tuvieron diseños ni permisos y obedecieron al “afán politiquero”, razón por la cual espera indicaciones de Corponor para evaluar que sigue en esta polémica.

Sobre Santurbán

Aunque ya se realizó la delimitación del páramo de Santurbán, estrechamente relacionado con Arboledas, Carrillo aseveró que hay elementos de este proceso que deben ser revisados.

Para el congresista, es la misma protección de la reserva la que tiene en vilo a los lugareños de Silos, Mutiscua, Cucutilla y el mismo Arboledas.

“Están golpeando al que cultiva trucha, al que cría ovejos, y no le permiten intervenir en lo que se ha delimitado como páramo”, dijo. “De pronto, debería suavizarse la norma, pero esa es la gestión que nosotros tendremos que hacer como congresistas”.

Dijo que en el páramo de Santurbán podría permitirse la presencia de algunos cultivos y animales, sin afectar las condiciones ambientales.

En relación con la minería ilegal, Carrillo enfatizó la importancia de que “le caiga todo el rigor de la ley”, y agregó que en Arboledas esta práctica fue completamente erradicada. 

“Hace unos años llegaron a hacer minería ilegal y estaban contaminando el naciente del río Zulia”, dijo. “De mi municipio los desterramos a todos, y allá ya no hay minería ilegal”.

*La Opinión