La plaza de mercado del nuevo Gramalote, además de ser la principal zona comercial del pueblo, se proyecta como atractivo turístico y modelo de sostenibilidad.

Esta fue la conclusión luego de un encuentro entre los comerciantes, constructores del lugar y el Fondo Adaptación, en el que todos se comprometieron a tener un mercado exitoso.

Para ello, los vendedores aprenden temas de atención al cliente y reconocimiento de la plaza, que tiene elementos novedosos como un sistema de recolección de agua lluvia que se almacena y luego se puede reutilizar para el aseo del lugar.

“Quedó muy bonita y muy moderna”, contó entusiasmado Carlos Ramírez, vendedor de carne, quien participó en la actividad en la que entraron por primera vez al que será su lugar de trabajo.

“Estamos en una inducción para ver cómo se hizo, cómo va a funcionar, dónde están los tanques, los espacios para nosotros”, dijo. “Tiene hasta un cuarto de basuras en el que se alza una tapa y cae al patio de basuras... Es muy moderna”.

También, cuenta con un espacio para la siembra de hortalizas y aromáticas, que se irriga con agua lluvia.

Por ahora, las actividades son de reconocimiento y proyección del lugar, mientras se asignan los puestos que, se espera, sean escogidos por la comunidad, como ocurrió con las viviendas.

“Estamos esperando ansiosos a que nos la entreguen, y ojalá sea al cien por ciento de los vendedores, para arrancar todos de una vez”, comentó Ramírez. “Eso se va a poner bueno, porque ya casi se trasladan la alcaldía, y otras entidades, y se va a ir más gente a sus casas”.

Pero las ventas no son la única meta, pues en la reunión también se propuso que en la plaza se promocione el turismo y que la atención al público sea incomparable.

Se conoció que en el recorrido se les preguntó qué harían si tuviesen un centro comercial al lado, y manifestaron que no se preocuparían y que sería favorable, porque pondrían todo su esmero en mimar a sus clientes, ‘darles la ñapita’, para que se amañen y siempre vuelvan.