El Parque Nacional Natural Tamá suple la demanda de agua de más de dos millones de habitantes de los estados de Apure y Táchira en la República Bolivariana de Venezuela y de los departamentos de Norte de Santander, Boyacá y Arauca.

En el Parque nacen corrientes hídricas como el río Táchira, que recoge aguas de las quebradas Orocué, La Pedrera, La Colorada y Agua Blanca.

Esta subcuenca del río Táchira aporta sus aguas a la cuenca del Pamplonita y recorre su trayecto hacia Venezuela, irrigando tierras tanto de este país como de Colombia, por lo cual cobra especial importancia su ordenamiento, ya que es una corriente de carácter internacional.

Además del agua, su más importante servicio ecosistémico, alberga mamíferos como marsupiales, venados, colibríes de páramo, entre otros que mantienen el equilibrio ecológico del sector.

También es una zona de protección de especies como el paujil copete de piedra y el oso de anteojos, ambos en grave riesgo de extinción por la fragmentación de su hábitat y la cacería.