Norte de Santander tiene que desparamilitarizar todas sus instituciones, para generar garantías de paz.

Esa es la principal recomendación del politólogo y docente de la Universidad Nacional Carlos Medina Gallego, para que en la región se consolide la paz territorial.

De acuerdo con Medina, la prioridad en las entidades de Gobierno, Fuerza Pública y la institucionalidad política debe ser eliminar sus vínculos con los paramilitares y combatir este arraigado fenómeno.

“De lo contrario, terminarán capturados, criminalizados y aniquilados por este problema de Estado, que se insertó y llegó a los más altos cargos de responsabilidad”, enfatizó.

Para el docente, este es un elemento que el gobierno no debe descuidar en Norte de Santander, en especial porque el paramilitarismo “está empotrado en actividades criminales del contrabando de gasolina y mercancía, de personas, la prostitución, el narcotráfico y todas las economías ilegales que alimentan un modelo capitalista criminal”.

Más pedagogía de paz

Teniendo en cuenta que se inician procesos de pedagogía para la paz y divulgación de los acuerdos de La Habana, Medina recomendó al gobierno regional masificar estas actividades.

“Sería bueno que el gobernador de Norte de Santander liderara un proceso, comenzando por sus funcionarios para que ellos se enteren de lo que son los acuerdos”, dijo. “Luego, que siga con los alcaldes para que preparen a su vez a sus funcionarios”.

También insistió en que la pedagogía debe ampliarse al sector educativo y la institución eclesiástica “para que los púlpitos sean escenarios de prédica de paz”.

En este sentido, la gobernación ya inició algunos acercamientos a colegios, así como empresas públicas y privadas del área metropolitana y pueblos como Durania.

La secretaría de Víctimas calcula más de 14 mil personas capacitadas en los pedagogía para la paz, pero enfocada a la resolución de conflictos.

“Se espera que los nortesantandereanos, cucuteños y colombianos, aprendamos a vivir sin matarnos”, es la meta del titular de la dependencia, Luis Fernando Niño. “Que tengamos la posibilidad de escuchar al
otro a pesar de las diferencias, sin agredirlo y sobre todo entendiendo que todos hacemos parte de un mismo territorio”.

Por su parte, Medina agregó que la fuerza pública también debe reeducarse para la paz y diagnosticar conflictos y riesgos que, por estos días, los constituye la reactivación del paramilitarismo.

“Es lamentable lo que pasó con la seguridad democrática que terminó con generales, que debieron salir con honores, convertidos en delincuentes”, señaló.

Sobre las zonas de concentración

De otro lado, Medina indicó que no se descarta que en el proceso de paz se comprometan algunas zonas de la región para que las Farc se concentren y explicó que el único inconveniente sobre su constitución está con los nativos y los negros.

“Ellos consideran que este no es un problema de ellos, y solo quieren que los dejen vivir en paz”, dijo. “Con esas comunidades hay que efectuar la consulta previa, para concertar”.

En este sentido, se refirió a los conflictos entre el pueblo barí y dijo que las comunidades tienen un reconocimiento constitucional y derechos adquiridos respetables.

“Si las comunidades se empecinan en que no quieren esto en su territorio, el gobierno tiene que tomar en cuenta esta posición y ubicar las zonas a donde no generen conflicto”, declaró.

Finalmente insistió en centrar la atención en los reductos del Epl en Norte de Santander para que “se depuren en términos políticos” y se plantee un proceso de paz, en vista de que el grupo “puede estar
sufriendo presiones de alianzas paramilitares por la descomposición que genera el narcotráfico”.

*La Opinión