El obispo de la Diócesis de Tibú, monseñor Omar Alberto Sánchez Cubillos, después de una misa que celebró a los estudiantes de secundaria de la sede central de la Institución Educativa Francisco José de Caldas de esta ciudad, en diálogo con La Opinión, invitó a los tibuyanos para que en la cuaresma, hagan una petición constante por la paz que tanto se anhela en nuestro país.

El prelado explicó que la cuaresma es como un balcón que mira la paz porque a través de la oración se va generando un lenguaje de paz y una cultura de tolerancia y perdón.

“Esperamos que este año se llegue a un acuerdo y si no es este año, que al menos sea el próximo, pero que no se desmonte esta mesa de paz porque, sobre todo en nuestra región, pagaremos un precio muy alto si la guerra sigue”, dijo monseñor Sánchez Cubillos para referirse a los diálogos de paz que adelanta el Gobierno colombiano con las Farc en Cuba.

La invitación del obispo se suma a cinco tareas más que en la homilía planteó para logar la conversión espiritual durante los próximos 40 días del calendario litúrgico.

Esas propuestas tienen que ver con la lectura diaria de, por lo menos, un versículo de la biblia particularmente Los Evangelios; hacer un acto de penitencia una vez por semana, hacer un bien a alguien cualquier día de la semana, asistir a misa los domingos de cuaresma y confesarse una vez durante el tiempo de cuaresma.

La cuaresma es el tiempo litúrgico de conversión que marca la Iglesia Católica para preparar a la gran fiesta de la Pascua. Es tiempo de arrepentimiento y de cambiar en algo para ser mejores y poder vivir más cerca de Cristo. Dura 40 días a partir del Miércoles de Ceniza y termina antes de la Misa de la Cena del Señor del Jueves Santo.

“Esto quiere decir que quienes se pusieron la ceniza en la frente aceptaron que son pecadores y que necesitan cambiar ese pecado”, recalcó el obispo.