Las preocupaciones planteadas en el informe de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos en la región se concretan en la necesidad de la efectiva implementación del acuerdo de paz, la falta de presencia del Estado en el Catatumbo y el asesinato de los líderes y defensores de los derechos humanos.

El representante adjunto de la ONU en Colombia, Guillermo Fernández Maldonado, presentó el informe anual del año pasado y señaló que es preocupante la situación en Norte de Santander.

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“Hemos tratado de expresar que hay preocupación porque en muchos de los temas que hemos destacado del informe lastimosamente hay una mención de Norte de Santander”, dijo el representante de la ONU.

Fernández enfatizó que la región “debería ser materia de atención prioritaria a nivel de gobierno”.

En la exposición detalló que de los 110 asesinatos cometidos contra defensores de los derechos humanos 18 se registraron en el departamento: 10 perpetrados en el Catatumbo, y 5 de estas personas pertenecen a la Asociación Campesina del Catatumbo (Ascamcat). 

La ONU en el informe indica sobre los presuntos autores de estos asesinatos que fueron integrantes de organizaciones criminales, muchos de ellos presuntamente antiguos paramilitares desmovilizados; y otros antiguos integrantes de las Farc que no hicieron parte del proceso de paz.

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En el documento se indica que el 49,5 por ciento de los municipios en la región registraron un aumento en la tasa de homicidios, al compararlo con las cifras de 2017.

Por ejemplo, en Tibú, el número de homicidios se triplicó en ese mismo periodo alcanzando una tasa de 212 homicidios por 100.000 habitantes en 2018.