En la región Centro Oriente del país (Norte de Santander, Santander, Boyacá y Cundinamarca) sus habitantes mostraron un nivel promedio de felicidad de 8,5% y de satisfacción de 8,7%, ubicándose por encima del promedio nacional (8,2% y 8,6%, respectivamente), según una reciente encuesta del Departamento Nacional de Planeación (DNP).

Esa es una de las conclusiones del ‘Primer diagnóstico de felicidad para Colombia’, elaborado por el DNP a través de una encuesta a 9.710 personas que representan las seis regiones del Plan Nacional de Desarrollo y las áreas metropolitanas de Cali, Barranquilla, Medellín y Bogotá.

En una escala de 0 a 10, el informe revela, además, que los habitantes de la región Centro Oriente, tienen un nivel promedio de preocupación de 2,5% y de depresión de 1,1%, también por debajo del promedio nacional que fue de 3,3% y 2,0%, respectivamente. Lo que representa que los nortesantandereanos encuestados estarían menos preocupados y deprimidos que las demás zonas consultadas.

“La población de 36-45 años es la más feliz de la región (8,8%). Esto significa un 0,8% más que la población de 18-25 años, que son los de menor felicidad en Centro Oriente (8,0%)”, revela el informe.

Por edades, la población de Centro Oriente con mayores niveles de preocupación son las personas entre 46 y 59 años (2,8%). Esto representa un 21,7% más que los adultos de 36 a 45 años, que son los menos preocupados de la región (2,3%). El estrato más feliz en la región Centro Oriente es el 3.

Resultados

Otros de los resultados del estudio señalan que las características de los colombianos más felices son: edad entre 26 y 35 años, tienen pareja, son trabajadores formales, tienen capacidad de ahorro, son optimistas sobre su futuro, leen al menos un libro al año, tienen posgrado e Internet, están pagando su casa y viven en la zona urbana.

“La medición de felicidad se puede entender como una evolución de índices como el PIB y de Desarrollo Humano, los cuales se quedan cortos a la hora de medir el bienestar de los habitantes de un determinado país”, destacó el director del DNP, Simón Gaviria.

El directivo agregó que el PIB solo da cuenta de lo que produce un país en términos monetarios mientras el Índice de Desarrollo Humano incorpora mediciones de expectativa de vida y nivel de educación, pero no recoge todas las dimensiones del desarrollo.

“Es necesario adoptar este tipo de medida más integral, que mide no solo la velocidad de la economía, sino cómo se siente la gente con la vida”, explicó Gaviria Muñoz.

Otro de los resultados más importantes señala que los hombres del estrato 1 y las mujeres del estrato 3 tienen el nivel más alto de felicidad, mientras que los hombres del estrato 4 y las mujeres del estrato 6 tienen los niveles más altos de preocupación.  

Otros indicadores:

Ingreso: Las personas que se consideran pobres son menos felices y satisfechas y viven más preocupadas y deprimidas. El ingreso hace más feliz (16%) a las personas que pueden generar ahorro y las hace más satisfechas (14%). Y a quienes no les alcanza el ingreso son 62 % más preocupados y 123% más deprimidos.

Ocupación: Los desempleados son menos felices y satisfechos y más preocupados y deprimidos. Los ocupados son 9,6% más preocupados y los inactivos son 10% más deprimidos.

Salud: Las personas con acceso a salud son más felices y satisfechas y menos preocupadas y deprimidas. Quienes no tienen ese acceso son 6% más preocupados y 10,5% más deprimidos.

Pensión: Los adultos mayores pensionados son 7,5% más felices y 6% más satisfechos que los no pensionados, quienes, además, son 21 % más preocupados y 62,5 % más deprimidos.

¿Qué dicen los expertos?

Luz Gabriela Gómez, exdecana de la facultad de Comunicaciones de UPB y actual voluntaria de Fundación Mahatma Gandhi, manifestó que es una colombiana feliz, aunque no cumple con las características que midió Planeación Nacional.

La experta dijo que la felicidad y el bienestar “no tienen nada que ver con la edad, el sexo, el nivel de ocupación, ni la ciudad. Nada. La felicidad es una construcción personal y el bienestar tiene que ver con una disposición ante la vida. La felicidad es una suma de asuntos pequeños”.

Añadió que el informe del DNP es “ingenuo de lo que es en el fondo el bienestar” y agregó que espera que el país no crea que “solo en las grandes ciudades se puede ser feliz, muchos de mis amigos son felices y viven en el campo”.

Julio Salleg, rector de la Colegiatura Colombiana Institución Universitaria de Medellín, explicó que la cultura de la felicidad no va ligada al tener o al hacer, sino al autorreconocimiento del ser humano, de la dignidad del ser humano y hoy en día se está mirando la dignidad por lo que se tiene y se hace, cuando la dignidad está medida por el solo hecho de tener la vida”, explicó el directivo.

*Con información de Colprensa.