Inexplicables. Así califican tanto médicos como maestros los desmayos que han sufrido en dos oportunidades, estudiantes del colegio Presbítero Álvaro Suárez, sede La Esperanza, en Villa del Rosario.

El primero se presentó el 2 de marzo, día en el que 28 niños de tercero, cuarto y quinto de primaria y una maestra presentaron nauseas, presión en el pecho y malestar general, luego de una izada de bandera.

Esta situación hizo que a los afectados tuvieran que trasladarlos al hospital del pueblo, tras pensar que era una intoxicación. Pero luego de exámenes de orina y sangre, no se encontró ninguna causa.

Ocho días después, el 9 de marzo, nueve estudiantes volvieron a presentar malestar y mareo. Los alumnos fueron trasladados al hospital de Cúcuta para que los sometiran a exámenes de toxicología y así determinar qué pudo haber causado el incidente.

Curiosamente, ocho de los primeros niños afectados repitieron el malestar. También causa curiosidad que ningún estudiante de preescolar haya resultado afectado, estando en la misma área.

Maicol Nai Cabellos, coordinador del colegio, explicó que todos los exámenes que se les han hecho a los estudiantes están dentro de los índices normales.

Los bomberos de Cúcuta y Villa del Rosario inspeccionaron la zona, sin encontrar nada sospechoso.

“Se inspeccionó el área en busca de agentes tóxicos, la alimentación y el agua del tanque del colegio, pero no se encontró nada determinante” aseguraron los bomberos.

El alcalde, Pepe Ruíz, puso a disposición el equipo de sanidad del municipio. El Instituto Departamental del Salud, al igual que la secretaría de Salud, se han  hecho presentes, pero preocupa que ninguno  haya encontrado la causa.

Los alumnos han vuelto a clases y los papás han manifestado que algunos niños han presentado desánimo durante los días que no han tenido clase. Este fenómeno se ha presentado los viernes.

¿Algo sobrenatural?

Ante la falta de causas, algunas personas allegadas al colegio han hablado de razones sobrenaturales.

Se está hablando con los niños para determinar si durante los últimos días han estado realizando algún juego esotérico, como la tabla ouija.

“Es extraño todo esto; nunca antes se había presentado algo similar. Ya las autoridades y los médicos atendieron a los niños vinieron y se reunieron con los papás para hablar de la situación”, sostuvo Cabellos.

El colegio también buscará a un sacerdote católico para que haga una bendición a la sede escolar.