Tras evaluar la crítica situación financiera por la que atraviesan los hospitales de Norte de Santander, en especial el universitario Erasmo Meoz, por el cada vez más alto volumen de atención de venezolanos, el ministerio de Salud anunció una inyección de 3 mil millones de pesos para atender la demanda de estos pacientes.

El dinero, según el titular de esa cartera,  Alejandro Gaviria Uribe, será destinado al servicio de urgencias por la llegada de los extranjeros.

Fortalecer el servicio

Gaviria reveló que la intención de esta cartera es fortalecer los servicios médicos, especialmente en urgencias para prestar el servicio médico, tanto a los ciudadanos nacionales como a los extranjeros.  

“Vamos a transferir los recursos directamente a los hospitales, sobre todo los públicos, en especial al que es epicentro de atenciones a los venezolanos: el Erasmo Meoz”, dijo el ministro.

Señaló que el fenómeno preocupa altamente, en especial en Cúcuta, donde empiezan a llegar, por ejemplo, pacientes de alto costo que necesitan diálisis renales crónicos o pacientes oncológicos, lo cual puede desbordar la capacidad fiscal, no solamente del sistema de salud, sino de nuestro país.

Según el ministro, la llegada de venezolanos es una crisis que se ha venido reflejando desde 2015 cuando el gobierno de Venezuela cerró de manera unilateral del frontera. “Es una problemática muy compleja que se está viviendo en Norte de Santander, y en menor medida en Arauca, y que se ha empezado a incrementar en los tres primeros meses de este año, por lo que hacemos un análisis exhaustivo en las prestaciones de salud a los venezolanos”.

Este problema, según el ministro, va a creer y el gobierno se debe preparar con el apoyo del Congreso.

Esta respuesta del ministerio se produjo  después del llamado al Gobierno Nacional por el gerente del Meoz, Juan Agustín Ramírez, para que asumiera su responsabilidad en el pago de los pacientes venezolanos que se han atendido desde 2015, y que a la fecha suman ya unos 3 mil 200.

Ramírez mencionó en esa oportunidad que el hospital estaba a punto de copar toda su capacidad instalada y que de no darse una solución en el  corto plazo se entraría en una grave crisis la salud de Cúcuta y Norte de Santander.

De hecho, las directivas del hospital se vieron obligadas a declarar la alerta amarilla porque a la carga de pacientes venezolanos se está sumando la de usuarios de la salud de Cafesalud y Coomeva, cuyas Eps no tienen vigentes contratos con Ips locales.