Auténtica. Eso fue lo que cautivó a su esposo Gustavo Ararat cuando la conoció y a sus amigos rotarios que la candidatizaron para Mujer Cafam Norte de Santander.
 
Marleny (así con y griega y sin segundo nombre) Mafla de Ararat no es amiga de posar ni vociferar lo que hace porque no es su esencia y recuerda el refrán que dice: no dejes que tu mano izquierda sepa lo que hace la derecha.

Pero esa huella que ha venido dejando desde hace 54 años cuando llegó a esta capital de frontera no pasa inadvertida. Se siente, se percibe.

La noticia de la nominación la recibió por una llamada que le hicieron desde Bogotá de la Caja de Compensación Familiar, Cafam. Y no lo creía. “No me lo merecía”. Se paralizó, como nunca suele hacerlo, porque siempre permanece activa. Y al reaccionar “berrié, fue muy emocionante”.

Y aún se emociona contándolo. Sus pequeños ojos se abren y aflora una gran sonrisa porque cuando llegó a la casa con la noticia ya todos lo sabían.

Viajó a Bogotá a formalizar la escogencia y allá le tocó sufrir un poco porque la sacaron de su zona de confort, es decir, la pusieron a ‘modelar’ para las fotografías y  conoció a sus otras 29 ‘rivales’ de todo el país, de donde saldrá la ganadora a nivel nacional, el próximo 6 de marzo Allá también le celebraron su cumpleaños. Aunque dice en voz alta que ya ganó el premio porque la generosidad de sus amigos y cucuteños en general es grande.

Marleny, hija de Jamundí, Valle, hizo un repaso de su trayectoria y se remontó a la Universidad Francisco de Paula Santander de donde salió pensionada después de ser catedrática de química durante 24 años. Y fue allí donde precisamente conoció a sus grandes amigas: Gilma Gómez y Constanza Alvarado.  Las dos coinciden en afirmar que Marleny es una mujer auténtica, con un gran corazón y siempre dispuesta a colaborar en obras benéficas y gran amiga. “Incondicional, sencilla, no aparenta. Es tal cual. Siempre cuento con ella en todo momento”, reafirma Constanza Alvarado mientras que Gilma Gómez agrega: “no le tiene miedo a los retos. Positiva, de las cosas malas busca lo bueno. Hemos viajado,  llorado, disfrutado juntas”. Sus amigos las  llaman ‘Las tres mosqueteras”.

Mary Mojica de Cohen también la conoce desde hace años y la califica de extraordinariamente humana, caritativa, muy sencilla, en quien confiar y muy apreciada en su ámbito.

Y su abanico de amigos se abre y dice que no le alcanzan los dedos para contarlos.

Y es que desde que pisó tierra cucuteña ha extendido lazos en todos las esferas. Recuerda que de la mano de Esthercita de Colmenares llegó al Club de Jardinería, donde también fue presidenta, y hoy miembro activa. Visitaron juntas las cárceles bajo el programa  ‘Patronato’ . 

Después de la muerte de su esposo se vinculó a Viviendas y Valores de donde es gerente de la inmboliaria desde hace 28 años.

Fundación Cerámica Italia

Ahora que está asimilando la nominación dice que es un compromiso más, que hay que seguir respondiendo a la genorisidad de la gente porque como reza el lema de los Rotarios, a donde pertence, hay que seguir pensando en los demás antes de pensar en sí. 

Cree que la escogieron por varios factores. Primero porque colaboró, por medio de la Fundación Cerámica Italia, para la recuperación del Teatro Zulima. Esa idea surgió porque sus nietas no tenían dónde bailar ballet. Y abanderó esa tarea. Esa reliquia, ese bien, permanece vivo, con programas para atraer a la gente como ‘Los Miércoles de Cultura’, una puerta abierta para los artistas en todos los ámbitos.

Fundación Empresarios por la Educación

Y hace dos años unos amigos la invitaron a presidir la junta directiva de otra fundación: Empresarios por la Educación (ExE), que es una alianza empresarial que actúa como red de conocimiento independiente. Se promueven espacios de debate, diálogo y formación con actores clave del sector.

“Estamos repensando la educación desde escolar hasta bachillerato. Queremos que los rectores sean líderes transformadores a través del programa. Un total de 35 rectores de colegios de Cúcuta ha participado y ha sido exitoso. Tiene medición de impacto en otras regiones del país. La meta es lograr capacitar a los 300 rectores que tiene Norte de Santander”.

En este programa, al que fue invitado su hijo David hace seis años, terminó involucrada por completo.

Costrero Litúrgico

También la invitaron a pertencer al Costurero Litúrgico hace 29 años y hoy en día es la impulsora, la que anima a reunirse cada quince días a pintar, bordar, tejer, coser todo lo que las iglesias necesitan para oficiar misa. “Y le regalamos a las parroquias más necesitadas”.

Con agenda flexible

Marleny Mafla de Ararat considera que su agenda es bien complicada, pero flexible. Es decir, busca el espacio para compartir, para escuchar a quien la invita a un café, porque cree que la  comunicación con la gente la enriquece y se ufana de tener toda la capacidad para escuchar. Viajar también le place y acaba de regresar de Cartagena donde pudo saborear conferencias en el ‘Hay Festival de Cartagena’. En cambio no le atrae el cine, “cero televisión” y con la tecnología está en proceso de adaptación. “No me he quedado atrás”. 

Pero lo que le hace brillar el rostro es ser abuela. “Soy feliz siendo la abuela de cinco nietos. Ilana, Isabela, Mariana, Martina y David”. A ellos también les saca tiempo, y para verlos nunca tiene excusa ni agenda ocupada.