Cuando a principio del año,  las comunidades de Hacarí y La Playa estuvieron confinadas en sus territorios a causa del recrudecimiento del conflicto armado en la zona, Médicos Sin Frontera (MSF) no tuvo reparo en llegar a estas zonas a prestar asistencia médica.

Pese a que un año atrás, la llegada de la organización de acción médico-humanitaria a Norte de Santander estaba direcionada a atender la crisis migratoria en la zona de frontera, desde diciembre pasado el personal médico se volcó hacia estos territorios en aras de suplir las necesidades en salud de las comunidades.

Y es que aunque no hacen parte de la institucionalidad, la organización se ha encargado de llevar asistencia médica y humanitaria a zonas rurales a donde el Estado aún no llega.

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En último año, MSF les brindó atención médica a16.980 personas en Tibú y Puerto Santander, entre migrantes venezolanos y colombianos retornados.

“Aunque hemos venido dando respuesta a la crisis migratoria, por las dificultades que tenía esta población para acceder a la salud, hemos tenido que llegar a otros municipios con atención psicosocial por las condiciones propias del territorio”, explicó Sebastián García, coordinador del proyecto migrante de Médicos Sin Fronteras.

García aseguró que más allá de la atención primaria médica, la organización ha hecho un trabajo fuerte en atención en salud mental, un componente que es bastante necesario en la región tanto para los migrantes como para los pobladores en general.

“Los migrantes cargan con muchos problemas a cuestas. Dejar su casa, su familia, y sus pertenencias para llegar a otro país a buscar, techo y comida; y la situación empeora cuando llegan a una zona de conflicto”, recalcó García.

Por esta razón, MSF ha prestado atención psicosocial a 1.049 pacientes en sus municipios de intervención (Tibú y Puerto Santander).  A esto se le suma la atención médica brindada a 2.676 embarazadas. 

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“Nosotros hemos ido cubriendo vacíos en la atención mientras la institucionalidad llega. Las comunidades siempre piden que desde la red pública haya más jornadas extramurales de atención en las veredas, y esperamos que en un futuro cercano esto sea una realidad”, señaló García al tiempo que invitó a los entes pertinentes a evaluar esta situación en la región para atender de forma oportuna a las comunidades.

García destacó además que las misiones médicas del MSF no han sido objeto de agresiones o ataques en su accionar en la región, y destacó el compromiso de los cerca de 25 profesionales entre médicos, enfermeros, psicólogos, trabajadores sociales, y demás, que hacen parte del equipo de trabajo de campo de esta organización.