Hace una semana se retomaron en el departamento las clases desde casa, pero los recursos tecnológicos en diferentes sectores ha complicado el normal desarrollo de las mismas. Además, los padres de familia denuncian que los tiempos de entrega de las actividades están en contra, tanto de la correcta educación como de la salud mental de los estudiantes.

Esta problemática no es desconocida para las autoridades municipales y departamentales, quienes afirman que están trabajando por darle un mejor desarrollo a los procesos educativos y han buscado reinventarse para que ningún niño se quede sin sus clases.

Leonardo Sánchez, vicepresidente de Asinort, considera que el Ministerio de Educación está llevando al magisterio y a las comunidades educativas a un modelo de educación virtual para el que no están preparadas, “en el entendido de que solo el 4% de los niños y jóvenes tienen acceso a internet y a la conectividad”.

La Secretaría de Educación de Norte de Santander dio a conocer que la zona rural de Ábrego, El Carmen, Hacarí, El Tarra, Bochalema, Cácota, Arboledas, Cucutilla, El Zulia, La Esperanza y Toledo, son sectores en donde no se pudo implementar las clases virtuales, por esta razón decidieron junto a los docentes crear material pedagógico impreso para estos niños.

“Muchos docentes han ido casa a casa y otras han citado a los padres de familia en las instituciones para hacerles entrega del material y de esta manera no cortar el proceso de aprendizaje de estos estudiantes”, se dio a conocer desde la Secretaría de Educación Departamental.

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Por su parte, la Secretaría de Educación municipal especificó que plantea que la educación sea flexible y eficaz, por lo que estudiantes que no tengan acceso a plataformas virtuales o redes sociales, las diferentes instituciones podrán disponer de material impreso para que los alumnos continúen con el proceso educativo.

Ahora bien, respecto al estrés que los menores han sufrido a causa de los cortos plazos de entrega de trabajos, el secretario de educación Arturo Charria, enfatizó que toda educación virtual o por medio de folletos, se basa más que todo en un refuerzo de los temas aprendidos más que en avance de nuevos contenidos, todo esto para evitar deserciones o frustraciones en los estudiantes que puedan llevar a que los afecte incluso emocionalmente.

“No podemos priorizar la entrega de notas o tareas porque esto podría afectar el curso de los estudiantes, este es un momento para reforzar lo aprendido no para correr en nuevos contenidos, eso lo hemos especificado a los directivos por distintos medios, lo emocional es fundamental”, precisó el secretario.