Jóvenes Rurales es una iniciativa que trabaja por los campesinos que le apuestan a cambiar el rumbo del Catatumbo, reafirmar su identidad campesina, reconocer caminos para hacer incidencia política en sus territorios y fortalecerse técnicamente en planes de agroecología. 

El proyecto liderado por la Unión Europea, en el marco de la Hoja de Ruta de su compromiso con la Sociedad Civil, en conjunto con el Instituto Mayor Campesino (IMCA), el Servicio Jesuita a Refugiados Colombia (JRS) y el Centro de Investigación y Educación Popular (CINEP) enlazado al Programa por la Paz, ha atendido a más de 1.000 jóvenes entre los municipios de Norte de Santander, Bolívar y Valle del Cauca. 

En el departamento, trabajan en Cúcuta y Tibú; en Bolívar, atienden a los municipios Norosí, Tiquisio y Rio Viejo; y en Valle del Cauca, a Florida, Pradera, Buga, Tuluá y Trujillo. Todos comprometidos con sus territorios para buscar la paz. 

Alexander* es un líder social de la vereda Puerto las Palmas, de Tibú. Desde hace dos años está vinculado a este proyecto, con el que busca la legalidad de su región, en la que constantemente se enfrentan los grupos armados ilegales por los cultivos ilícitos.

“El Catatumbo está inundado en coca y nosotros queremos cambiar esa realidad”, señala el líder social de 33 años.

Según su declaración, una hectárea de coca es mucho más rentable para el campesino que sembrar yuca. Sin embargo, “en la conciencia estamos más tranquilos, y eso no tiene precio”.

Con Jóvenes Rurales trabajan por vincular a más jóvenes en proyectos comunitarios, con metas económicas que a su vez promuevan los espacios de participación a la comunidad. 

Además, desde el 2017, en conjunto llevan a cabo la sustitución voluntaria de los cultivos ilícitos, donde los participantes son los que han tomado el protagonismo. 

Con esas acciones, buscan tener un futuro tranquilo y legal para el Catatumbo.

Aunque hay sectores que no están a favor con esa erradicación y cambio, líderes como Alexander, piensan primero en su familia y en las próximas generaciones, de quienes esperan que tengan mejores oportunidades. 

Según Patricia Llombart, Embajadora de la Unión Europea en Colombia, encontrarse con jóvenes como Alexander, reafirma el compromiso con el país, “desde la Delegación acompañamos la paz, creemos en los jóvenes como agentes de cambio, esta es la generación que puede marcar el camino hacia la paz, una paz posible, que se construye desde los territorios”.

Para Alexander, el futuro de su región será el mejor. “Veo el Catatumbo como el corazón de Colombia, un lugar turístico, un lugar donde la historia que hemos vivido sea narrada para que no se repita jamás”, agregó.

Él, por fin comprendió que los jóvenes del Catatumbo cumplen un rol importante entre el campesinado, con ellos esperan formular proyectos productivos desde lo que sueñan, la legalidad.

“Más adelante me veo en un proyecto de Ovinos, espero crear la raza propia de la región, pero por ahora estoy también apostándole a la piscicultura, y lo que aprendemos, lo multiplicamos. Le transmitimos los aprendizajes a compañeros de otras verdeas cercanas como Angalia y Mineiros. Quiero que la gente sepa que el Catatumbo es más que guerra y coca”, finalizó.

*Nombre sin apellido para proteger la fuente

**Con información del Servicio Jesuita a Refugiados (JRS)