La inseguridad en Villa del Rosario sigue en aumento. Los robos y atracos se cometen, incluso, a plena luz del día, situación que tiene preocupados a los habitantes de este histórico municipio metropolitano. 

A esta situación se suma la reciente decisión de mantener cerrada la frontera con Venezuela, lo que ha generado el tránsito de un mayor número de personas por la zona y que algunos atribuyen como uno de los desencadenantes de la ola de inseguridad que se vive hoy.

Uno de los hechos más recientes se registró en el barrio San Gregorio el pasado miércoles, alrededor de las 8:00 de la mañana, cuando dos hombres en una moto y con arma de fuego intimidaron y hurtaron un supermercado recién inaugurado en la carrera 14 con calle primera.

Según se pudo conocer, el parrillero se bajó con pistola en mano, amedrentó a la cajera del establecimiento y se llevó todo el efectivo, pertenencias y dinero de dos compradores que se encontraban en la entrada del lugar. 

Esto generó el malestar de los habitantes de este sector, quienes consideran que trabajar se está volviendo un reto.

“Es muy incómodo que uno trate de trabajar y poder brindar un buen servicio y que estos delincuentes vengan a llevarse el producido, muchas veces no la ganancia, sino el plante”, afirmó Javier Quintero, propietario del supermercado. 

Con la misma suerte corrió Jorge López, habitante del municipio, a quien hace cerca de dos meses le robaron su moto, subiendo por el barrio La Palmita.

“Se esconden detrás de los árboles y esperan las horas de la noche o el mediodía, cuando todo el mundo está en las casas y los negocios cerrados, para robar”, contó López.

Por otra parte, una de las lideresas comunales del municipio que prefirió la reserva de su identidad, señaló que la delincuencia aumentó en los últimos meses, pero aclaró que aunque la mayoría culpe a los migrantes venezolanos, ellos no son los responsables de todo. 

“Ahora todo se lo achacan a los venezolanos, pero no todos son malos. En la tienda de una vecina robaron personas del mismo municipio, gente del pueblo que se la pasa averiguando a qué negocio o persona atacar. El problema es general; antes de que llegaran los migrantes igual pasaban cosas”, agregó. 

La comunidad del Rosario exige mayores controles policiales, pues en ciertas ocasiones, los robos o asesinatos se cometen cerca a la estación del CAI ubicado en el centro del municipio, pero las autoridades tardan en llegar o no son suficientes los uniformados para atender los casos.

Piden acciones

Eugenio Rangel, alcalde de Villa del Rosario, señaló que a raíz de los numerosos sucesos de inseguridad, desde la administración vienen trabajando articuladamente con la Policía Metropolitana de Cúcuta, el Ejército Nacional y el Cuerpo Técnico de Investigación (CTI) en el tema.

“Se busca ampliar el pie de fuerza y velar por la seguridad y tranquilidad de los rosarienses, ya que el municipio cuenta únicamente con 115 efectivos policiales divididos en 3 turnos para los 42 barrios y más de 30 urbanizaciones”, detalló el mandatario. 

De la misma forma, avanzan en un proyecto para construir un Distrito Especial de Policía en La Parada, con el fin de controlar la inseguridad que también se presenta desde la frontera.