Uno de los hospitales que tenía hace más tres décadas la posibilidad de hacer intervenciones quirúrgicas complejas y cesáreas hoy casi no puede atender un parto, debido a la deplorable infraestructura en la que atiende.

Así lo reveló el alcalde de Toledo, Jairo Castellanos, quien señaló que la situación era muy distinta antes de pertenecer a la ESE Suroriental, entidad encargada de la administración del servicio.

“Hacer parte de la ESE fue lo peor que le pudo pasar a nuestro hospital”, declaró. “No quiero hablar mal de ninguna gestión pero creo que el sistema nos tiene en esta crisis”.

Agregó que cuando el hospital fue administrado por los toledanos, “a quienes nos dolía”, era una entidad óptima, pero luego la calidad, el mantenimiento, y el suministro de equipos “se vinieron abajo”.

Aunque según el Instituto Departamental de Salud, a este centro médico en 2015 estaban por asignarse más de 4 mil millones de pesos, e incluso se habló de incluir la infraestructura en los proyectos del Contrato plan, la inversión visible es nula.

Aunque el alcalde reconoce que parte de la gestión depende de la alcaldía, enfatizó que la administración es de la ESE.

Al preguntarle qué servicios presta el lugar y con qué herramientas cuenta, dijo que “solo tiene tristezas, pobreza, abandono, y una lucha terrible para conseguir médicos”, y que esto se repite en los centros de salud de San Bernardo de Batá, Samoré y Gibraltar.

Pese a las quejas, hay actividades en marcha para recuperar el hospital, con un proyecto para reconstruirlo totalmente, con $4 mil millones.

De esta suma, Ecopetrol aporta mil millones de pesos, y los demás proviene de regalías.

Actualmente, la alcaldía busca una audiencia en la Asamblea departamental para que se evalúe la red pública municipal.