Para erradicar la coca hay, según el alcalde de Tibú, Jesús Escalante, “mil maneras” de hacerlo, pero lo fundamental es que se respeten y cumplan los acuerdos firmados con las familias que ya confirmaron su decisión de sustituir este cultivo, y que para el caso de Tibú deja poco más de 2.500 cultivadores comprometidos a ello.

“El gobierno está en una encrucijada sobre cómo eliminar la coca en el territorio, que es uno de los problemas que tiene la región; no es el fundamental ni el único”, dijo Escalante, quien insistió en que si existe la voluntad de erradicar manualmente, es momento de que el Estado apoye y respalde la decisión de los campesinos.

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Afirmó que “ante la duda sobre los efectos del glifosato, lo mejor es abstenerse”, y evitar complicaciones por la salud, el medio ambiente, y un potencial conflicto social.

“La aspersión va a producir un rechazo en la comunidad muy fuerte, y le vamos a dar pie a una protesta social innecesaria”, comentó. 

Por ello, enfatizó en que el presidente Iván Duque puede conseguir una manera concertada para erradicar en aquellos sectores que aún no han hecho un acuerdo con el Gobierno.

“El presidente es un hombre de diálogo, y si la erradicación se hace acompañada de una organización social, de apoyo, de mejoramiento de vías, con el impulso de la economía naranja, del esquema de la palma que se puede replicar en productos potenciales como el cacao, no va a tener ningún problema y por el contrario va a tener el respaldo de la comunidad, si lo hacemos de manera concertada”, reiteró.

Así mismo, señaló que la aspersión con glifosato, resultará más costosa y además, “está demostrado que la gente se da mil mañas para que la mata no muera”.

“La tapan, la lavan, la limpian... Hay que buscar cómo impulsar el hecho de que ya hay familias que entienden que no debe ir más la economía basada en cultivos de uso ilícito sino que debemos buscar soluciones rentables y que ayuden al medio ambiente”.