Este martes, el presidente Juan Manuel Santos entregará las primeras 100 escrituras de las primeras casas del nuevo casco urbano de Gramalote, con el fin de comenzar el proceso de traslado en febrero.

El nuevo casco urbano del municipio tiene un avance de construcción del 67%, cuenta con el acueducto, el alcantarillado, los servicios públicos y 350 casas terminadas de cinco barrios culminados.

Para iniciar el proceso de traslado se comenzó con el desarrollo del protocolo con el fin de garantizar la seguridad y el desarrollo económico de los nuevos habitantes.   

Contarán con un acompañamiento para la formulación de su Plan de Vida en este reasentamiento, así como el apoyo después del retorno para fortalecer las asociaciones comunitarias y el mantenimiento del casco urbano.

Serán 1.007 casas distribuidas en 16 barrios, de las cuales 619 corresponden a quienes eran propietarios y las restantes 388 son para quienes en el momento de la tragedia eran arrendatarios.

“Ahora todos serán propietarios. Las viviendas son gratuitas y con unas especificaciones incomparables. No solo cumplimos sino mejoramos sustancialmente la calidad de vida de los gramaloteros”, expresó el gerente del Fondo Adaptación, Iván Mustafá Durán, ente que financió el proyecto.

Las casas de los propietarios son de 75 m2 en lotes de 150 m2 con zonas para ampliación hasta de 30 mts2 (Viviendas VIS), mientas que para quienes eran arrendatarios sus inmuebles son de 50m2 para ampliación en altura (Viviendas VIP).

Asimismo, paras quienes eran propietarios, pero no vivían en Gramalote al momento de la tragedia, recibirán lotes urbanizados, cuya extensión es proporcional a la propiedad que tenían en el antiguo casco urbano.

Las casas cuentan con antejardín en la fachada, sala–comedor en espacio abierto, dos habitaciones, espacio de doble funcionalidad: adaptar un local comercial o adecuar para una tercera habitación, patio interno, y cocina abierta contigua al comedor.

La parte más alta en el interior de la casa es de 3,5 metros, lo que le permite un ambiente fresco.

“Son viviendas bioclimáticas que permiten tener todo el tiempo luz y aire natural, con acabados con materiales de la región (baldosas de gres) y techo de machimbre. El diseño que atendió costumbres y sugerencias de la comunidad”, detalló Mustafá.