La espera de los gramaloteros terminó, tras casi cinco años del siniestro que arrasó con su pueblo, pues por fin hay maquinaria trabajando en la explanación del terreno donde quedará ubicado el nuevo casco urbano, en la vereda Miraflores.

Germán Arce, gerente del Fondo Adaptación, evidenció ayer el avance de las obras que -aunque recién comienzan- generan la certeza de que sí habrá pueblo nuevo.

“Ya empezamos la fase de adecuación del terreno, es decir, se está realizando el diseño trabajado y vemos cómo se implanta en el terreno donde va a quedar el casco urbano”, dijo Arce.

De acuerdo con el funcionario, los cronogramas de obra van según los tiempos estimados y pese a que aún no se ve la fase de ingeniería con las estructuras edificadas, ya se puede reconocer dónde estarán ubicados la plaza principal, el Centro Administrativo Municipal, la plaza de mercado, el hospital, el colegio y las viviendas.

“Este pueblo está arrancando por la infraestructura que no se ve, pero que es fundamental para que la comunidad cuente con los servicios de acueducto y alcantarillado, el cual tendrá cobertura del cien por ciento”, afirmó.

Igualmente, informó que se está adecuando la zona donde quedará una planta de concretos para que en la misma zona de construcción se elabore el concreto que necesiten las obras. Con esto, se bajará la intensidad al actual tráfico vehicular de carga pesada y se tendrá más eficiencia presupuestal.

De otro lado, afirmó que se espera que entre la última semana de agosto y la primera de septiembre se licite la contratación de las viviendas que coincidirán con los terrenos ya adecuados y las tuberías instaladas para que se inicie el proceso constructivo en su totalidad.

^{La transformación del terreno es evidente. En la parte alta, estará ubicada la planta de tratamiento de agua, mientras que en los terrenos inferiores estarán las primeras edificaciones.} 

Regresan 600 gramaloteros

De los 617 propietarios damnificados por el desastre que arrasó con Gramalote, 600 decidieron regresar al nuevo casco urbano en lo que se denomina el reasentamiento colectivo.

La cifra supera ampliamente las expectativas del Fondo Adaptación, según admitió Arce.

“Nuestro mejor estimado era que al final del año íbamos a tener 400 familias, pero este corte está muy por encima de lo que esperábamos”, dijo. “Ahora llegan nuevos retos porque debemos ampliar la fase de contratación de las viviendas pero es satisfactorio que los gramaloteros quieran volver a Gramalote, pues era un temor grande después que, tras cuatro años de la tragedia, las familias se hubieran arraigado en otros sitios”.

Ahora, el último trámite pendiente es el de la licencia ambiental por parte de Corponor, para la construcción de las vías de acceso y salida, que corresponden a los tramos Puente Cuervo-Miraflores, y Miraflores-Lourdes.

Se espera una respuesta de la Corporación para este lunes, en cuanto se cumpla el término de aprobación de la licencia.