Las instituciones educativas de la región ya cuentan con un manual de Iniciativas Pedagógicas para construir Escuelas en Paz.

Luego de tres años de trabajos, la Red por una Escuela sin Violencia presentó su tercera versión de este manual, en el cuál se plasman propuestas hechas por docentes y estudiantes, que tienen como objetivo formar seres humanos que resuelvan los conflictos utilizando como únicos mecanismos el diálogo y la reconciliación.

La directora de la Red Nortesantandereana por una Escuela sin Violencia, Miriam Támara Carrero explicó que los años de trabajos se han visto reflejados en las estadísticas positivas,  pues cuando se empezó en este proyecto, 58 por ciento de los estudiantes resolvían sus problemas con peleas. Hoy en día se ha reducido este índice a solo 16 por ciento.

Estas iniciativas pretenden brindar un espacio semanal entre los docentes, el titular y los estudiantes y proporcionar a los estudiantes un ambiente más incluyente, responsable, respetuoso, solidario y tolerante.

Juan Camilo Galvis, estudiante de sexto grato, dijo que su experiencia como líder de paz le ha permitido tener la capacidad de tener una mejor reacción ante un conflicto tanto dentro como fuera de la institución educativa.

“Lo que hemos venido aprendiendo lo hemos podido aplicar en cada uno de las nuestras comunidad y familia. Estamos en una época donde la paz es el principal objetivo y nosotros como estudiantes también nos podemos convertir en agentes de cambio”, manifestó.

Todo un proceso

“No podemos permitir que nuestros jóvenes se sigan perdiendo. Casualmente este proceso que llevamos durante años coincide con un momento histórico de nuestro país al cual no podemos ser ajenos. Estamos convenidos que la paz se construye con educación y desde los más pequeños”, afirmó Támara.

En el primer manual se había plasmado la forma teórica las diferentes propuestas que se estaban  aplicando, en el segundo se hizo en forma de cuento y en el actual en forma de talleres implementado en diferentes instituciones educativas como forma de contrarrestar hechos de violencia que vayan en contravía de la cultura y la construcción de paz.

Dentro de las estrategias planteadas se destacan algunas como las de ‘Constructores de paz’, ‘Tecleando y jugando’ o la de ‘Abrazos por una sonrisa’, que tiene como propósito que durante cualquier clase se tome una pausa para dar un abrazo y sonreír al compañero.

La Opinión