Hace 4 años se invirtieron 6.140 millones de pesos para su construcción.
En La Gabarra urgen reparación del alcantarillado
Los habitantes del corregimiento La Gabarra, en Tibú, no se explican cómo después de que el batallón de Ingenieros Militares número 5 Francisco José de Caldas, invirtió más de 6.140 millones de pesos en la construcción de su alcantarillado, este no funciona desde hace cuatro años.
Así lo declararon los presidentes de junta de acción comunal de la zona, quienes manifestaron sentirse decepcionados porque lo que era un proyecto que solucionaría los problemas ambientales del río Catatumbo, terminó perjudicando este afluente.
El sistema de alcantarillado de La Gabarra, calificado como ‘moderno’ según los registros de prensa del Ejército, fue terminado y entregado en agosto de 2011.
En ese momento, el Teniente Coronel Giovanni Rodríguez León, indicó que con el proyecto, las aguas residuales del corregimiento se tratarían en una planta para su posterior vertimiento en el río, totalmente descontaminadas.
“Con el nuevo alcantarillado las aguas residuales llegarán al río Catatumbo un 80 por ciento menos contaminadas”, dijo Quintero. “Ni en Cúcuta tienen un sistema así”.
Sin embargo, la temporada de lluvias llegó y para diciembre de ese año, se destruyeron la bocatoma del acueducto y también la planta de tratamiento de aguas residuales, construida a orillas del río Catatumbo.
“Metieron una tubería madre de 8 pulgadas y a la planta no le pusieron vigas, ni muros ni un hierro, sino que se hizo con cimiento ciclópeo (superficial), sobre la arena, que no es para nada firme”, aseguró Efraín Marín, presidente de junta.
Según relató, el alcantarillado funcionó unos tres meses pero con los aguaceros, “los pozos se taparon porque los tubos son pequeños; los desniveles quedaron mal y se rebosan las aguas residuales”.
Ahora, frente al cementerio, a la escuela Francisco Javier y los barrios La Esperanza y Centro los vecinos deben permanecer con las tapas de las alcantarillas descubiertas y el resto del corregimiento tiene filtraciones de aguas negras.
Los olores son repugnantes, a cualquier hora del día, y para mitigar la situación se adecuó un tubo de la zona más problemática -el barrio Centro- para llevar las aguas al río.
“Parte de las aguas negras están cayendo al Catatumbo”, afirmaron los habitantes, y otra parte a los potreros vecinos.
Ahora, la comunidad requiere que se le dé solución a este problema, bien sea de parte del Ejército, de la Gobernación, o del Gobierno Nacional porque hasta el momento nadie ha respondido.
La Opinión intentó comunicarse con el Batallón de Ingenieros para conocer alguna respuesta sobre esta situación, pero fue imposible obtenerla.
La Opinión
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