La expansión de los cultivos de coca en la región del Catatumbo, y la inoportuna atención estatal para resolver dificultades estructurales de la zona hacen parte de una serie de errores que se han cometido por parte de la institucionalidad, pero también de organizaciones que favorecieron y propiciaron la siembra de cultivos de uso ilícito que conducen al aumento de acciones violentas.

Al respecto, el gobernador William Villamizar señaló que “entendemos y aceptamos la culpa, en el sentido de que no hemos podido darle una respuesta completa en sustitución y proyectos productivos a esta zona, porque no hemos tenido los recursos, pero también parte de la culpa está en una economía fácil, ilegal que la gente va asumiendo pero que lleva consecuencias desastrosas”.

Para el mandatario, si bien es cierto que la coca se instaló como una posibilidad de generar recursos para sobrevivir, “otra cosa es que esa sea la excusa para generar más cultivos ilícitos y ampliarlos, porque ese es un modo de subsistencia y rentabilidad que tiene unos valores adicionales completamente negativos que, al final, afectan los derechos humanos, la libertad y la vida de las personas”.

El mensaje del mandatario, coincidió con el del presidente Juan Manuel Santos, quien en su visita a Cúcuta la semana anterior, reconoció equivocaciones y señaló que se pudo haber hecho más por el Catatumbo.

“No solamente es la sustitución; falta apoyo para la parte social y de desarrollo con vías terciarias, escuelas, escenarios deportivos, apoyo a la cultura, y con cada uno de los componentes que implican desarrollo en la región”, comentó Villamizar, para quien no deben dejarse perder las herramientas que da la implementación de los acuerdos de paz para ayudar a las comunidades.

Sin embargo, pese a la incertidumbre y la zozobra, conminó a toda la ciudadanía a reflexionar en torno a lo ocurrido en los últimos meses y en especial, a la reciente masacre en El Tarra.

“Considero que el momento de un nuevo gobierno, el momento en que hay una masacre, el momento en que hay unos diálogos con el ELN, un acuerdo con las Farc y una posibilidad de sometimiento de grupos como el EPL debemos hacer una gran reflexión todos: Estado y comunidades, y revisar cómo logramos un acuerdo para pasar de la violencia, la zozobra y la inestabilidad, al desarrollo”, dijo.

Así mismo, señaló que la prioridad es hacer un receso y pensar en que “la presencia de los cultivos está generando no solo tensión, sino muerte”.

“En esa reflexión, la comunidad debe estar dispuesta a cooperar en el sentido de sustituir esos cultivos, y que si hay un apoyo desde el Gobierno Nacional y de lo poco que podamos hacer nosotros, aprovecharlo al máximo e intentar salirse de estos cultivos”, agregó. 

Añadió que en ese ejercicio de conciencia, ojalá se logre hacer un gran plan “entre todos”, que derive en una acuerdo para sacar adelante la región.

“Creo que lo podemos lograr, porque hay un campanazo de alerta en el que la amenaza es latente y es para todos”, puntualizó.