Desde muy temprano, en la mañana, y sin importar que estuviera lloviendo, las comunidades se reunieron a esperar la llegada de los delegados para discutir el sobre los sembradíos de coca, pero las horas pasaron y nadie llegó al sitio.

Varios labriegos se mostraron molestos y preocupados por lo sucedido, pues ellos están de acuerdo con que Caño Indio sea una  Zona Veredal Transitoria de Normalización (ZVTN), pero no quieren quedarse sin su sustento diario que está basado en la hoja de coca.

“Nos quedamos con los crespos hechos. Nosotros estamos de acuerdo con que acá se dé eso de las Farc, pues es algo histórico, pero no compartimos que a cambio de eso nos quedemos sin con que sostener a nuestras familias”, sostuvo telefónicamente un líder comunal, quien pidió no ser identificado.

Y para aceptar la sustitución de cultivos ilícitos que se debe hacer en la zona veredal, los habitantes, apoyados por la Asociación de Campesinos del Catatumbo (Ascamcat) le tienen una propuesta al Gobierno.

“Lo que le vamos a proponer al Gobierno es que nos de cuatro proyectos productivos fuertes, donde tenga participación toda la comunidad. Así podremos llegar a tener las mismas ganancias que nos deja la coca”, señaló el representante de la comunidad.

Pero mientras que esos proyectos comienzan a dar sus frutos –agregó- los campesinos plantean que a cada familia con cultivos de coca le den una mesada de tres salarios mínimos, durante 36 meses.

“Y para quienes trabajan raspando que reciban dos salarios mínimos, por 18 meses. Además, que entreguen mercados y bonos canjeables por alimentos, por 36 meses, a las familias que se acojan a este plan de sustitución de cultivos”, manifestó el representante comunal.

Y añadió: “aunque también estamos abiertos a escuchar qué otra alternativa nos trae el Gobierno. Por eso estamos esperando a ver cuando nos volveremos a reunir, pues (ayer) nadie vino, supuestamente la otra semana se dará esa reunión”.

Los habitantes de esta parte del Catatumbo también se mostraron preocupados porque les prometieron que les arreglarían la vía de acceso a Caño Indio, pero con la lluvia de ayer, que se extendió por varias horas, no entró ningún carro o camión. Solo cruzaban, con dificultad, los motorizados. La trocha se convirtió en un lodazal, como lo muestra la fotografía captada en la zona.

Preocupación

La semana pasada, delegados del Gobierno, de las Farc y de Naciones Unidas estuvieron en Caño Indio (Tibú) tratando de llegar a un acuerdo con la comunidad, pero no fue posible.

Diego Bautista, de la Oficina del Alto Comisionado para la Paz, aseguró que ya les había cogido la noche y que debían definir de manera urgente lo de la instalación del campamento de las Farc en Caño Indio, pues a más tardar el 30 de diciembre los guerrilleros que inician su proceso de dejación de armas y reincorporación a la vida civil debían estar en ese punto.

El funcionario le advirtió a la comunidad que tener una ZVTN no significaba que se alterara la vida normal, pues todo seguiría normal, solo que nadie puede entrar al campamento que las Farc van a tener en ese lugar.

Sin embargo, Ascamcat les señaló a los representantes del Gobierno que los campesinos de la zona empezarían el plan de sustitución de cultivos, cuando se entregue la primera remuneración.

Ante esta problemática, Diego Bautista le advirtió la semana pasada a la comunidad que de no llegar rápidamente a un acuerdo, la zona veredal se podría mover a otro sitio, lo que no cayó muy bien entre los labriegos.