El Impuesto al Valor Agregado (IVA), que presuntamente deben pagar las agremiaciones sindicales que contratan los empleados administrativos, de mantenimiento y de salud del Hospital Universitario Erasmo Meoz, es la piedra en el zapato que ha impedido pagarle el sueldo al personal que labora en el centro asistencial.

El gerente Tonino Botta les aclaró a los trabajadores que los motivos que han impedido el pago de las nóminas no tienen nada que ver con que no estén los recursos, porque de hecho se tienen, sino con una presunta omisión de la ley en que se habría incurrido desde la pasada administración del hospital cucuteño.

Explicó que unos 1.200 trabajadores de esa entidad son contratados desde la administración del entonces gerente Juan Agustín Ramírez, por intermedio de  tres agremiaciones sindicales.

Se  trata del Sindicato Noretesantandereano de Trabajadores de la Industria de la Salud (Sintrasalud), el Sindicato de profesiones y oficios de la salud de Norte de Santander (Actisalud) y el Sindicato de Trabajadores de Norte de Santander de la Industria de Servicios de Salud (Sintranordessa).

Botta precisó que en los contratos que se tienen con estas agremiaciones, a pesar de estar inmerso en dichos documentos contractuales, no se venía reteniendo el IVA. “Por lo tanto, es obligación mía, como ordenador del gasto, aclarar por la vía jurídica esta situación, ante lo cual procedimos a elevar una consulta a la DIAN, para que nos diga qué es lo que debemos hacer”.

“No queremos incurrir en omisión a la ley”, insistió el gerente, quien precisó que  a las agremiaciones sindicales se les dirigió un oficio dándoles a conocer la inquietud que se presenta, así como la posición de la actual administración del hospital en el sentido de que hasta que la Dian no se pronuncie no se procederá al pago de dichas acreencias.

La contratación del personal del hospital se viene dando a través de las tres agremiaciones sindicales desde hace 9 años.

Botta insistió en que en el precio de los contratos que se tiene con los sindicatos está incluido el IVA, pero ellos cuando presentan las facturas no están descontando ese valor.

La ley, dijo Botta, establece que están exentos de IVA solo las actividades relacionadas con el sector salud, como por ejemplo los médicos, las enfermeras y los bacteriólogos. “Pero no el personal administrativo ni el de mantenimiento ni mucho menos los valores que las agremiaciones le cobran al hospital por la administración de ese personal, que equivale al cinco por ciento”, aclaró Botta.

Dijo, por ejemplo, que en una factura de Actisalud por el contrato de 400 empleados administrativos del hospital, por un valor de 700 millones de pesos, el cinco por ciento es para gastos de administración, es decir 35 millones de pesos, y sobre esa cifra deberían de pagar el IVA al Estado, “pero no lo vienen haciendo”.

Agregó que a los sindicatos se les solicitó individualizar cuáles son las labores que se le están cobrando al Erasmo Meoz, es decir, si son médicos, camilleros o ayudantes de mantenimiento, y sobre las actividades que estén exentas no se les cobrará IVA, pero por las otras y por la administración que cobran al hospital “sí vamos a retener ese valor para dirigirlo al Estado”.

La posición de los contratistas es que están exentos del IVA porque son agremiaciones laborales y no efectúan operaciones de comercio, pero sí cobran una comisión por administrar el personal, subrayó Botta.

La Opinión conoció que el presidente del Sindicato de la salud de Norte de Santander, Arístides Andrade, le solicitó a la DIAN una auditoría tributaria especial a la contabilidad, a los contratos de prestación de servicios suscritos y a los comportamientos financieros de la ESE Hospital Universitario Erasmo Meoz, y las agremiaciones sindicales Sintranordessa, Sintrasalud y Actisalud.

Al cierre de esta edición Actisalud ni Sintranordessa se habían pronunciado.

Yo cumplí la tarea: Ramírez

El exgerente del hospital Erasmo Meoz, Juan Agustín Ramírez, mencionó que a su salida el pasado 15 de mayo y después de ocho años como gerente, el hospital no le debía a nadie un peso. “Estamos hablando de empleados, contratistas y proveedores”.

Reveló que al momento de dejar el cargo había cero pesos de deuda en tesorería y quedaban más o menos unos $24.000 millones, incluidos $6.100 millones que llegaron del Gobierno Nacional, como apoyo para el pago de la nómina.

“Nosotros cumplimos con todos los compromisos y cumplimos la tarea a cabalidad”, remató Ramírez.