El desconocimiento y deslegitimación del Epl como guerrilla es una de las mayores preocupaciones de los personeros del Catatumbo, debido a que esta actitud del Estado implica también la ignorancia sobre la realidad de la zona.

Según Diógenes Quintero, personero de Hacarí, es inocultable que “en el Catatumbo el Epl actúa como otra guerrilla: tiene control territorial, una base social que los legitima y una línea de mando jerárquica”.

Sin embargo, de un tiempo hacia acá el Gobierno Nacional le ha restado importancia a las actividades de esta insurgencia, situación que según Quintero impediría un acercamiento para dialogar con el grupo, como se ha hecho con las Farc y el Eln.

“Nos preocupa la falta de reconocimiento de esa realidad, porque no se toma en cuenta que para la gente sigue siendo una insurgencia”, dijo. “Tienen medios de comunicación, ideología, y entregan comunicados que ni siquiera se imprimen en el Catatumbo”.

De otro lado, mencionó que, al parecer, habría directrices entre la fuerza pública para “ocultar las acciones del Epl o de endilgárselas a otro grupo armado, como el Eln”.

En este contexto queda la población civil, eje de trabajo de los personeros.

Al respecto, algunos de ellos se mostraron inquietos ante los homicidios selectivos que ocurren en zonas como Tibú y Sardinata, municipio que hoy suma más de 30 casos.

(La Asociación de Personeros del Catatumbo ejecutará proyectos para la comunidad, en 2017, pese a las dificultades de seguridad.)

Violencia llegó al Cesar

Mientras los ataques armados y las muertes se incrementan en Catatumbo, por la ausencia del Estado, se genera un nuevo fenómeno: la migración de la violencia hacia el sur del Cesar.

Uno de los casos más recientes se dio con un homicidio en González, donde fue encontrada una menor de edad oriunda de El Tarra.

El cuerpo de la joven fue abandonado con un letrero que decía:  fuera sapos de guerrilla.

“Son frases que ya conocemos”, dijo Quintero. “Nos hacen recordar la época difícil de la persecución en contra de toda tendencia de izquierda y nos preocupa que sea un resurgimiento del paramilitarismo”.

Martín Casadiegos Santana, personero de Río de Oro (Cesar) e integrante de la Asociación de Personeros del Catatumbo, expresó que pese a la disminución de los índices del conflicto por causa de las Farc, ya se empieza a notar la capacidad de otros grupos.

“Río de Oro se caracterizaba porque no teníamos violencia”, comentó. “Hoy estamos viviendo extorsiones con los grupos guerrilleros, que es una situación absolutamente inusual”.

En esta región, en lo corrido del año, se han desactivado cuatro artefactos explosivos, uno de ellos activado al paso de una patrulla de Policía, que no le causó daño.

“Nosotros nunca tuvimos esa presencia y ahora sí artefactos explosivos muy cerca del casco urbano”, comentó.

Debido a esto, pidió al Gobierno Nacional focalizar y evaluar esta expansión del conflicto, y tener más en cuenta al EPL cuando se hagan las políticas de seguridad.

Los compromisos

Aunque las quejas no cesan, la Asociación de Personeros sigue con sus compromisos, uno de ellos es la puesta en marcha de un observatorio de derechos humanos, en convenio con la Ufps, sede Ocaña.

“El personero es el funcionario público en el que la comunidad más confía, y el que une a la comunidad con el resto del Estado”, agregó Quintero, quien señaló además que loa Asociación será veedora de la implementación del acuerdo de paz para que su implementación sea efectiva y no se torpedee.