Los deslizamientos de tierra y piedra que cayeron desde el pasado jueves en la madrugada en el sitio donde se encuentra la bocatoma del acueducto de Villa del Rosario, no le habían permitido a la Empresa Industrial y Comercial de Villa del Rosario (Eicviro),  hasta este lunes al mediodía, producir agua potable para sus más de 20 mil usuarios.

Esta situación la ocasionó el recrudecimiento de las lluvias en la parte alta de la cuenca del río Táchira, producto de lo cual también sobrevino en una fuerte crecida que apartó el canal de captación de la bocatoma, dijo José Helio Figueredo, supervisor de la compañía.

Fue necesario que el lunes en las primeras horas del día Eicviro desplazara maquinaria pesada para volver a encauzar el agua hacia el canal de captación y con ello volver a producir agua potable, hecho que se logró hacia el mediodía.

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Figueredo dijo que preocupaba mucho el desprendimiento de piedras y tierra del cerro que pasa paralelo a la bocatoma. “Si las lluvias se mantienen, corremos el riesgo de perder de nuevo el canal de captación, debido a los derrumbes que se presentan allí”.

Asimismo, también preocupa la alta turbidez conque está bajando el agua del río, lo cual imposibilita su tratamiento, dijo Figueredo.

(En este tramo del río Táchira fue donde se presentó el jueves en la madrugada la destrucción del dique de la bocatoma, producto del deslizamiento de piedras y tierra del cerro que se observa a la derecha.)

Producción se reanuda

No obstante, ayer al atardecer, el gerente general de Eicviro, Alberto Ramírez Moros, aseguró que la producción del líquido se reanudó y el que suministro a los usuarios se irá normalizando de manera gradual.

El acueducto produce 220 litros por segundo, dijo Ramírez, volumen que hasta ayer se mantenía suspendido mientras cuadrillas de obreros reparaban los daños en la bocatoma y los desarenadores. 

Según las mediciones hechas por técnicos de Eicviro E.S.P., el agua del río Táchira presentaban cerca de 12 mil unidades de turbidez, cuando lo normal para poder producirla son 4 mil 200 unidades.

Ayer, las directivas rogaban que no lloviera en la parte alta de la cuenca, con miras a reanudar a que la producción del líquido se normalice.

María Adelaida López,  ama de casa del barrio Turbay Ayala, dijo que como el corte de agua la sorprendió de improvisto ayer no tenía agua en reserva y por ello se vio obligada a comprar el agua que necesitó para el consumo de alimentos en la tienda.

Por su parte, Javier Sánchez, propietario de un restaurante, denunció pérdidas en su negocio ante la ausencia de agua potable durante el fin de semana.

Los técnicos de Eicviro E.S.P. retiraron ayer toneladas de sedimento que entró a los desarenadores y bocatoma.

Hace un año, se vivió esta misma emergencia, producto de la primera temporada de lluvias.

Los más afectados

Los habitantes de al menos una docena de conjuntos cerrados y condominios como Villas de Serranova, Manzanares, Avellanas, Trébol, Villa Cecilia, Marantá, entre otros, sus vecinos se quejaron porque si a sus casas solo llega agua una vez cada 15 días, “cómo sera ahora que el acueducto pasó cuatro días sin producir”, dijo Jairo Fernández, residente en la primera urbanización.

En estos condominios, las familias aseguraron que llevan comprando el agua a razón de 75 mil pesos el carrtanque, para su consumo diario en sus hogares, por lo que se preguntaron si la empresa Eicviro les iba a retribuir esta plata que invierten en el líquido que no les suministra.