El continuo paso de buses y tractocamiones por el río Tarra alertó a Corponor, debido al riesgo ambiental que corre el afluente y que se origina en la inexplicable falta de uso del Puente Rojo.

Esta infraestructura, que es construida por el concesionario San Simón, ya debería estar terminada, y aunque está prácticamente lista, ni  los habitantes ni las autoridades comprenden qué ha ocurrido.

Durante una reunión efectuada esta semana entre Corponor, la alcaldía, y los encargados de gestión del riesgo del municipio trascendió que, al parecer, que la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI) no ha adquirido unos predios necesarios para la culminación de la obra, en la vereda La Motilandia.

Por ello, la Corporación decidió oficiar a la ANI para pedir información sobre la cancelación de las mejoras a los propietarios de los predios de la vereda.

Así mismo, se acordó que la alcaldía de El Tarra emitirá algunos decretos, con el fin de que se evite que la población deje de pasar por el río y, quienes transitan por el deteriorado puente hamaca que permite el paso, no excedan el uso. 

El objetivo de ello es reducir el riesgo de accidentes, originados por crecientes súbitas que pudiesen presentarse, así como los peligros de un incidente por el derrame de combustible.

Así mismo, se pedirá a la fuerza pública que ejerza mayor control sobre el transporte de crudo ilegal, que también usa la ‘vía’ del río.

Sin embargo, se conoció que algunos transportadores del crudo ilegal se oponen a este tipo de controles y han amenazado con incinerar los vehículos y causar un gran desastre.

Además de la exigencia a la ANI, no se descarta que también se pida el acompañamiento de la Procuraduría, para que sea también uno de los organismos de control el que pida cuentas por las demoras en la ejecución de la obra que solucionaría el paso irregular por el río.