Norte de Santander, una región que ha sido azotada por la violencia por décadas, trabaja por cambiar esta realidad enfocándose en actividades pacifistas y de reconciliación. Es así como la Unidad de Víctimas desarrolla acciones encaminadas a este objetivo. 

Es de precisar que en el departamento 310.709 personas han sido afectadas por el conflicto armado, según registros de la Red Nacional de Información, de las cuales 2.266 pertenecen al municipio de La Esperanza, en donde esta semana se cumplió una jornada enfocada a la memoria de las víctimas.

En la actividad, los familiares recordaron a sus seres queridos con una placa conmemorativa, dedicada a honrar la memoria de los desaparecidos en esta zona nortesantandereana.

Estas acciones se cumplieron en desarrollo de la implementación del componente de duelos colectivos, en el que las víctimas de La Esperanza promovieron espacios de recuperación y manejo de las emociones y actitudes morales en medio del sufrimiento. 

La acción liderada por Unidad para las Víctimas contó con acompañamiento psicosocial dando cumplimiento a la medida de rehabilitación que implementa la entidad desde la estrategia Entrelazando.  

“Este componente es una apuesta por entender la complejidad del sufrimiento derivado de los hechos ocurridos en el contexto del conflicto armado, implica estar abierto a comprender diferentes expresiones del sufrimiento que se experimentan a nivel individual y colectivo”, precisó la directora territorial de la Unidad para las Víctimas en Norte de Santander y Arauca, Alicia María Rojas Pérez.    

La funcionaria explicó que el componente del duelo colectivo se da en el marco de la implementación de la estrategia Entrelazando, que desarrolla la entidad desde el enfoque psicosocial.

“Para la implementación de este componente se plantean dos metodologías: la primera de ellas es la conformación de grupos de apoyo mutuo, los cuales tienen como objetivo validar las historias de sufrimiento y afrontamiento con el fin de fortalecer las relaciones de apoyo social. La segunda etapa es el fortalecimiento de prácticas de afrontamiento propias del colectivo o la generación de otras que el colectivo considere necesarias para permitir un lugar de existencia social del sufrimiento”, comentó.   

Fue así como familiares de las víctimas las recordaron, evidenciando los resultados desarrollados por la estrategia, Entrelazando que les ha permitido generar acciones de resistencia y cuidado para mitigar el impacto que ha dejado la violencia con distintos hechos victimizantes.

Liliana María Rangel Gutiérrez, representante del hecho de desaparición forzada del municipio, dijo que desde esta localidad se está implementando la medida de rehabilitación psicosocial ‘Entrelazando’.

Es así como a los familiares de las víctimas de desaparición forzada recibieron un mosaico entregado por la Unidad para la Atención y Reparación Integral a las Víctimas.

“Hoy la llama debe estar encendida en nuestros corazones y que ese fortalecimiento de las familias que luchamos día a día por encontrar a nuestros seres queridos nos ayude a salir adelante en cualquier espacio de participación”, señaló.  

Es de destacar que este proceso se da en el marco de la implementación del Plan Integral de Reparación Colectiva con esta población que años atrás se convirtió en un escenario de violencia generada por distintos actores armados ilegales que causaron muertes selectivas, desplazamientos, secuestros y torturas, entre otros delitos.