La situación de orden público en el Catatumbo que, según varios alcaldes de la zona impide el retorno de las personas que aún permanecen en refugios humanitarios, tampoco mejorará si no se avanza en el desminado de algunas zonas rurales.

Así se dio a conocer este viernes en un comité extraordinario de justicia transicional, en el que el personero de San Calixto, José Luis Franco, pidió a las autoridades liderar este proceso dada la presencia de minas antipersonal en terrenos donde las personas labran la tierra.

El vocero del Ministerio Público recordó que, a la fecha, San Calixto tiene dos víctimas de minas antipersonal: un joven de 22 años, afectado en el mes de mayo, y otro en junio, en la vereda El Cerro.

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“Al tratar de ingresar a sus campos de trabajo, a cerrar sus cultivos, han caído en estas minas”, dijo. “Es una situación que preocupa a la población”.

Así mismo, enfatizó en que los campesinos de las veredas de la zona norte manifiestan su deseo de no retornar a sus territorio, por presencia de minas, de la cual la personería tiene información de su ubicación aproximada.

“Hay minas cerca de las escuelas, en campos deportivos, y sobre todo en los terrenos de quienes labran la tierra”, manifestó.

También, pidió a la fuerza pública que en su control de territorio tenga cuidado en los sobrevuelos, porque en la zona que limita con Hacarí la comunidad manifiesta que los artefactos explosivos lanzados desde los helicópteros son muy fuertes y han dejado psicológicamente afectados a los niños.

“Pedimos que mantengan información con los personeros, nosotros somos defensores de derechos humanos de esos campesinos que están en la región”, dijo.

Este no es el único municipio afectado por esta condición pues, de hecho, la alcaldesa de Ocaña señaló que también hay zonas contaminadas con artefactos explosivos, que generan temor en especial por la seguridad de los trabajadores del Dane que adelantan el censo en zona rural.

Según comentó, a los integrantes de la entidad se les recomendó estar “muy atentos, que por favor en las zonas de sector rural vayan con los presidentes de acción comunal, que no se extravíen de los caminos principales, porque no sabemos cuáles serán las zonas que están minadas”.

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Por su parte, el personero de El Tarra, Miguel Duarte, confirmó que es cierto que la región hay zonas minadas y han caído civiles en ellas. Agregó que el retorno de parte de los campesinos que abandonaron algunos refugios humanitarios se hizo en medio de este tipo de riesgos. 

En desarrollo del comité se revelaron rumores sobre la presunta explosión de un artefacto en la vereda San Luis, hace algunos días.

Crisis en El Carmen

Por su parte, el alcalde de El Carmen manifestó su preocupación porque las condiciones de seguridad empeoraron, en especial en el corregimiento Guamalito, donde desde el 30 de abril se han cometido seis homicidios.

“No sabemos a qué se atribuyen estos hechos”, dijo. “Hay un ambiente de inseguridad en todas las vías de penetración al municipio”.

Por ello, pidió a la fuerza pública reforzar las salidas de Guamalito y el casco urbano de El Carmen.

Entre tanto, la personera local, Rosalía Bustos, informó que también se han presentado desplazamientos individuales, y relató que por tercera vez fue informada de la retención de dos personas de las cuales, ayer, una fue asesinada.

“Es la primera vez que El Carmen se ve inmiscuido en esta situación”, dijo, y clamó por seguridad para los habitantes.

Pactos pendientes

El alcalde de Teorama, Jesús Montagut, reconoció las dificultades de la región, pero pidió que también se planteen soluciones para el Catatumbo.

En este sentido, recordó que se ha recibido atención del Gobierno Nacional y hay gran expectativa con los 27 proyectos de infraestructura social, que están en una bolsa concursable.

Mencionó que los alcaldes diseñaron una ruta de gestión y que además, la Agencia de Desarrollo Rural “con mucha honestidad nos dijo que solo tenía 5 mil millones de pesos, que entre todos dividimos, para seguir trabajando”.

“Tenemos el empalme con el nuevo gobierno, para que esos lazos continúen y no se desencajen”, dijo. “Sabemos que hay conflicto, pero hay que cargar con él sin generar desconfianza ni aislamiento entre las instituciones”.